Captafaros u ojos de gato: la minúscula señal de carretera que salva vidas a diario

Tal y como llevan años reflejando las estadísticas, las salidas de vía son la principal causa de accidente en carretera, especialmente en las nacionales y comarcales, que es precisamente donde se concentra el mayor número de accidentes y siniestros.

De acuerdo con estas mismas estadísticas, más de un 40 % de los accidentes se producen por salidas de la carretera, un tipo de siniestro en el que resultan clave tanto las barreras de protección, que deben amortiguar el impacto y el peso del coche para que no se salga de la carretera, y unos pequeños aparatos luminosos que delimitan las líneas de las carreteras.

Tan pequeños como importantes

De acuerdo con estudios de la Asociación Española de la Carretera, la mejora de estos dos elementos reduciría de manera importante el número de fallecidos en carreteras secundarias.

Pese a que las líneas de las carreteras deberían tener un tratamiento reflectante, el paso del tiempo provoca que muchas lo hayan perdido, por lo cual durante la noche no se ven con mucha claridad, especialmente la que delimita el arcén.

Los ojos de gato

En este caso los ojos de gato son unos pequeños elementos reflectantes que se colocan tanto en el suelo como en muros, petriles y barreras que sirven para determinar con claridad los límites de la carretera, una señalización que es clave durante la noche.

Estas pequeñas señales son macizas, con lo cual aguantan perfectamente el peso de los vehículos sin problemas y van pegadas al suelo.

En ambos sentidos

Normalmente son de doble cara, lo que significa que reflejan la luz de distinto color en función de hacia donde circulen los coches. Esto permite que marquen los límites de la carretera en los dos sentidos.

Se colocan sobre el asfalto en posición horizontal o vertical sobre barreras o biondas y permiten señalar con toda claridad el trazado de la carretera, algo extremadamente importante para evitar las citadas salidas de la vía.