El engaño del falso radar denunciado por la policía en Francia

El engaño del falso radar denunciado por la policía en Francia

Infracciones

El truco de los falsos radares del que se aprovecha hasta la DGT

Hace ya años que la Dirección General de Tráfico desplegó cajas radar vacías para que los conductores circularan más despacio al pasar por delante

En uno de sus reglamentos la Dirección General de Tráfico explica que la rotación de equipos entre cajas radar es una técnica habitual para reducir la siniestralidad.

Esto significa que si la DGT instala una decena de cajas de protección para radares fijos es posible que sólo algunas de ellas dispongan de cinemómetro en su interior, mientras que las demás tienen la función de 'asustar' a los conductores que tienen la costumbre de correr. Sin duda una buena acción de cara a la seguridad vial.

Efecto disuasorio

La DGT se plantea incluso la rotación periódica de equipos para que al menos una o dos veces al año las cajas tengan radar en su interior. De acuerdo con sus estudios la simple presencia de una de estas cajas ya reduce la velocidad de los coches que pasan por delante y con ello la siniestralidad.

La DGT ha optado por este formato de radar con caja elevada

Es muy difícil saber si una caja radar multa o está vacía

El problema llega cuando particulares toman nota de este truco y lo hacen suyo e instalan radares simulados en calles y lugares particulares, de manera que simulan que hubiera sido la policía quién lo ha puesto en funcionamiento.

Radares particulares

Es el caso de esta vecina francesa, que utilizó el buzón de su casa para simular con total maestría un radar. Pero en ningún caso es una técnica innovadora, pues en los últimos dos años en España hemos visto casos similares.

La realidad es que el 'invento' está francamente bien resuelto tomando como base un simple buzón de correos.

Detalle del buzón de correos

Detalle del buzón de correos

Uno de ellos en un pequeño pueblo junto a San Sebastián, donde un vecino coloco un falso radar en el balcón de su casa para simular que lo había colocado la policía, en este caso era una pequeña calle en cuesta.

El falso radar de un vecino de San Sebastián

El falso radar de un vecino de San Sebastián

En este caso simular señales de tráfico o cualquier otro elemento es un delito grave que a un vecino gallego ya le costó 1.400 euros hace años por pintar como continua una línea que inicialmente era discontinua, impidiendo así la circulación de coches.

De hecho, según el artículo 58 del Reglamento de Circulación: «Salvo por causa justificada, nadie debe instalar, retirar, trasladar, ocultar o modificar la señalización de una vía sin permiso del titular de la misma o, en su caso, de la autoridad encargada de la regulación, ordenación y gestión del tráfico o de la responsable de las instalaciones...».

Una muy mala decisión en cualquier caso la instalación de cualquier tipo de elemento o señalización que pueda influir sobre el tráfico.

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