Estados Unidos enfila los cañones contra el Cártel de los Soles y moviliza a sus aliados en la región

Desde el momento en que se autorizó el uso de la fuerza militar norteamericana en el Caribe, además del enorme despliegue aéreo naval, se incrementaron también las operaciones que incluyen importantes reuniones de alto nivel entre líderes militares regionales, entrenamiento de fuerzas especiales multinacionales y ejercicios militares de gran magnitud, como parte de un proceso de consolidación de alianzas regionales.

En días pasados, por ejemplo, grupos comandos de fuerzas especiales de 16 países, socios y aliados de Estados Unidos, iniciaron un entrenamiento de diez días, en El Salvador, para medir sus capacidades y actualizarse bajo la guía de los famosos «bobinas verdes», el cual se prolongarán hasta el próximo 29 de agosto

Las naciones que enviaron soldados élites fueron: Argentina, Belice, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay y Perú.

Adicionalmente, el propio almirante Alvin Hosley, jefe del Comando Sur, ha venido desplegando en los últimos 10 días, una intensa y estratégica actividad de alto nivel, visitado tres países claves para el despliegue militar norteamericano en el Caribe.

Así, se reunió con el ministro de Defensa de la República Dominicana, el Gral. Carlos Antonio Fernández, para coordinar operaciones de seguridad y compartir información de Inteligencia clave en futuras misiones militares antinarcóticos y de contra terrorismo, pero también operaciones contra el tráfico humano y el crimen organizado.

No olvidemos que la República Dominicana fue, en el pasado cercano, un espacio privilegiado para operaciones del régimen venezolano, pero ahora es un aliado de los Estados Unidos, que está facilitando la captura de droga proveniente de Venezuela, y procedió al decomiso de cuantiosos bienes (mansiones y aeronaves) pertenecientes a altos funcionarios chavistas.

Hosley también ha sostenido encuentros confidenciales en Panamá, con el ministro de Seguridad Pública, Frank Alexis Abrego, para revisar la cooperación militar norteamericana con las fuerzas panameñas y el posible incremento del contingente de tropas estadounidenses en ese país, frente un posible escenario que requiera la protección y control del canal, y eventualmente, para combatir a los cárteles de la droga de la región. Entre los acuerdos discutidos esta un convenio para restablecer las famosas escuelas de entrenamiento de lucha de selva del Ejército norteamericano para incrementar su preparación para situaciones de conflicto bélico contra fuerzas irregulares, como, por ejemplo, las fuerzas del ELN y las FARC que operan y controlan la frontera colombo-venezolana.

El tercer país visitado por Hosley fue Argentina, con motivo de la Conferencia Sudamericana de Defensa copatrocinada por ambos países, y que duró tres días. Allí, Hosley mantuvo encuentros claves con líderes de Defensa en Buenos Aires. Esta es la segunda visita de almirante a Argentina este año y se suma a las visitas recientes de otros funcionarios estadounidenses, lo que refuerza el compromiso permanente de fortalecer la alianza estratégica entre Estados Unidos y Argentina.

La agenda de reuniones bilaterales programadas incluyó al general de brigada Javier Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas, y otros jefes de la institución militar, pero también estuvieron presentes líderes de Defensa, no solo de otros países sudamericanos, sino también de Europa, para abordar temas cruciales de seguridad regional.

No olvidemos que fuerzas élites de Argentina, participaron activamente en la Operación Guacamaya que extrajo a los dirigentes de la oposición asilados en la embajada de Argentina en Caracas.

La Conferencia de este año incluyó sesiones plenarias sobre el apoyo de las Fuerzas Armadas a las fuerzas del orden en la lucha contra las organizaciones criminales como el Cártel de los soles y su operador, el Tren de Aragua.

Como si esto no fuera suficiente, se anunció también que en las próximas semanas se dará inicio a la Operación Militar UNITAS 2025, en las costas de la Florida, con la participación de 8.000 efectivos militares de 26 países.

El régimen está frente a la mayor amenaza que haya experimentado

Se trata de un ejercicio naval que se realizará para fortalecer la cooperación y la inter operatividad entre las Armadas de diversos países. En el ejercicio se desarrollarán operaciones marítimas y anfibias, con la integración de sistemas no tripulados (drones), y contará con dos grupos de ataque de portaaviones, el equipo de Marines No. 8, una de los más importantes de las fuerzas élite de los Estados Unidos y estará centrado en la respuesta a amenazas provenientes del narcotráfico y el terrorismo.

En este ejercicio, además de los Estados Unidos, participarán: Alemania, Argentina, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador El Salvador, España, Francia, Grecia, Guatemala, Honduras, Italia, Marruecos, México, Países Bajos, Jamaica, Japón, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Singapur.

UNITAS 2025 será el colofón del más grande despliegue militar que la región ha conocido y que muestra la voluntad de los aliados en la lucha contra los cárteles del narcotráfico y las organizaciones declaradas como terroristas que amenazan la paz hemisférica.

Si ahora miramos en su conjunto todas las actividades que se están llevando a cabo, tanto por parte de los aliados externos (incluidos el «bandazo» de Petro, el silencio de Brasil, Cuba y México, y el «mutis» de Rusia y la OEA), así como la revuelta que ocurre al interior de Venezuela, parece claro que el régimen está frente a la mayor amenaza que haya experimentado, lo cual eleva el tono del escenario y augura un desenlace exitoso.