
Nuevos Cupra Tavascan, un coche eléctrico de gran autonomía
Prueba de consumo
¿Cómo rebajar el consumo de un Tavascan eléctrico?
En una nueva edición de la Challenge Cupra, tuvimos ocasión de recorrer 123 kilómetros por las carreteras de la sierra de Madrid, realizando una prueba de consumo, intentado mejorar el oficial homologado: 15,4 kWh
Después de un breafing informativo en el que nos dieron las instrucciones de la prueba, las características del coche y las recomendaciones para disminuir la resistencia al viento, salimos con el Cupra Tavascan, el primer SUV coupé 100% eléctrico.
Bien de tráfico en los primeros kilómetros, aunque después tuvimos alguna que otra retención que nos penalizó, aunque nuestro objetivo era comprobar el comportamiento de este modelo cuando lo sometemos a situaciones reales, en lo que a electricidad consumida cada 100 kilómetros se refiere.
Trucos de bajo consumo
El recorrido fue muy variado e incluía autovía, carretera de montaña y tráfico urbano, cuando pasamos por los pueblos de esta zona. Fuimos en modo Range, siguiendo las indicaciones de María García Navas, manager de CO2, prestaciones y aerodinámica de Cupra, que nos había dado unas nociones sobre la importancia del coeficiente de penetración del Tavascan en el aire, lo que conocemos por Cx y cómo se altera por una conducción sin demasiada cautela, es decir, pisando el acelerador en demasía, lo que dispara el consumo y las emisiones de CO2.

Los depósitos convenientemente sellados para la prueba
Además nos lo explicó gráficamente con una pequeño túnel del viento, réplica del que tienen en Martorell, para ganar efectividad y economía.
La clave: suavidad
Según nos indicó con el diseño de este coche consiguieron un Cx de 0,26, el más bajo de la gama. Con las levas fuimos acomodando el coche a las circunstancias, utilizándolas, fundamentalmente, para el sistema de frenado regenerativo que, en los descensos mantenía nuestro motor de 286 caballos de potencia. También hay que decir que en algunos momentos utilizamos el modo confort, porque el recorrido no era uniforme y consideramos que era lo mejor.

La estética del Tavascan es espectacular
Esta prueba tenía una dificultad añadida, como era que el equipo de organización, además de tener un control absoluto por GPS de cada coche, había impuesto dos tramos de velocidad controlada a 95 Km/h y un tiempo máximo de 2 horas y 10 minutos, penalizando con 0,5 kWh cada minuto de retraso. Con esto se evitaba que los participantes mantuvieran una velocidad por debajo de unos límites razonables.
Prueba de regularidad
De cualquier forma lo más importante en una prueba de este tipo, estriba en manejar con suavidad el acelerador y mantener una velocidad lo más constante posible, adelantándonos a las dificultades de la vía, aprovechar los repechos y con el aire acondicionado, sobre todo, apagado.

La prueba regulaba también la velocidad mínima
A final completamos la prueba dentro del tiempo marcado, aunque el consumo pasó de los 16 kWh cifra que fue superada por otros participantes, pero que no está nada mal y que confirma que conduciendo con «sentidiño», como decimos en Galicia, se pueden, con este Tavascan, hacer viajes de más de 500 kilómetros.
Y por último decir que su precio parte de los 52.000 euros, aunque con las promociones de marca y financiado, no llega a los 40.000 euros y sin contar con ese plan de ayudas del Gobierno a los eléctricos, que tanto se hace esperar.