Fundas anatómicas de bolitas para los asientos del coche

Fundas anatómicas de bolitas para los asientos del coche

Práctico

¿Para qué valen las fundas de bolitas para los asientos y por qué las siguen comprando los conductores?

Parte importante de la historia de la automoción española, estas peculiares fundas fueron muy populares hace años y todavía se venden

La historia del automóvil está jalonada de multitud de inventos que en su momento eran lo más de lo más pero que el paso del tiempo ha mandado al baúl de los recuerdos, convirtiéndolos en iconos horteras y del mal gusto.

En este baúl nos encontramos por ejemplo con la bailarina flamenca que danzaba al son de la velocidad sobre la bandeja trasera del coche, la tira de goma anti calambres que tocaba el suelo y las fundas de bolitas de madera que los conductores solían poner y aún ponen en el asiento del conductor.

Fundas de bolitas

Se trata de 'sofisticadas' fundas anatómicas, o eso venden ellos, que gracias a su fabricación de bolitas de madera logran varios beneficios. Uno de los más importantes es el masajeador de espaldas, algo así como tratar de dormir en la cama de un faquir.

Son muy habituales en los bazares de internet

Son muy habituales en los bazares de internet

En paralelo los taxistas, sus principales usuarios, hablaban de que generaban fresquito en la espalda y evitaban el sudor, pues el aire puede correr por debajo, todo ello sin ocultar la que parece ser la verdadera función, que es no estropear la tapicería del asiento del coche, que en los vehículos que se usan mucho suele terminar muy deteriorada.

¿Anti sudor?

Lo sorprendente no es que estas fundas se usaran en los años 70 y 80, lo sorprendente es que se sigan usando hoy en día de manera importante. De tal forma que basta ir a la sección de automóvil de cualquier supermercado o a tiendas especializadas en repuestos para comprobar que siguen a la venta.

Siguen a la venta en bazares del automóvil

Siguen a la venta en bazares del automóvil

Se venden de una en una, y tiene un precio que en función de tipo y calidad pueden ir de los 20 a los 50 euros, las hay incluso con bambú en su fabricación, lo que mejora incluso más su efecto y encarece su precio sensiblemente.

En definitiva un pedacito de la historia del automóvil que en cualquier momento desaparecerá de las tiendas.

comentarios
tracking