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Práctico

Pedro Bastida, técnico de la ITV: «Los tres trucos que nunca cuelan para aprobar la ITV»

Las últimas modificaciones introducidas en la ITV han endurecido mucho una prueba que manda al desguace decenas de coches cada día

Hace ya años que la ITV se está convirtiendo en una prueba cada vez más estricta con los automóviles, pues se trata de la única verificación para saber si los conches con años pueden seguir funcionando, tanto por emisiones como por motivos de seguridad.

Cada día pasan decenas de coches por las manos de los técnicos que trabajan en las inspecciones de la ITV, lo que quiere decir que al final estos mecánicos lo han visto todo o casi todo en materia de trucos y trampas para lograr el aprobado.

Trucos y trampas

Así las cosas este mediático técnico de la ITV ha compartido con sus seguidores cuáles son los trucos que está harto de ver a diario, lo que quiere decir que no cuelan bajo ningún concepto, pues además de poner en peligro la integridad del conductor y los acompañantes suele ser lo primero que comprueba cuando llega un coche a las instalaciones.

Ruedas nuevas para un rato, muy habitual

Ruedas nuevas para un rato, muy habitual

El primero de los trucos hace referencia a los neumáticos, muchos conductores con problemas en las ruedas optan por ‘alquilar’ unas ruedas en buen estado para aprobar la ITV y después las cambian por las originales. Se trata de una verdadera barbaridad si tenemos en cuenta la importancia de que los neumáticos estén en buen estado.

Un riesgo mortal

La segunda trampa hace referencia a la centralita, en este caso muchos conductores optan por borrar la información almacenada en la centralita del coche, incluido las averías, para que el coche no muestre el menor problema cuando lo conecten al ordenador de la ITV.

En este caso los técnicos sospechan al comprobar que la información ha sido reseteada hace poco tiempo...

Por último, la mayor de las trampas es la que hace referencia a las emisiones, en este caso muchos conductores optan por meter en el tubo de escape un estropajo o algo similar que reduce las emisiones contaminantes para pasar la prueba de humos. Los técnicos está al tanto de estos trucos y suelen pillarlos con facilidad.

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