Una luz V16 dentro de papel Albal, tiene sentido
Muy útil
¿Por qué algunos conductores recomiendan llevar la luz V16 envuelta en papel de aluminio?
La llegada de la luz V16 está provocando numerosas quejas entre los conductores, que además de todo se van a tener que gastar los 50 euros que cuesta
La luz V16 lleva camino de convertirse en el accesorio más habitual de los coches, al mismo nivel de kit antipinchazos o de la rueda de repuesto. La clave está en que en 2023 la DGT decretó su obligatoriedad a partir del año que viene en sustitución de los triángulos de emergencia.
Se trata de un dispositivo que además de estar homologado en el tipo de luz que emite y en su intensidad debe estar conectado con la DGT, tal y como hemos contado ya en infinitud de ocasiones.
Más que homologadas
El hecho de estar conectado ha generado cierta incertidumbre entre muchos conductores, que consideran que aunque no lo sea ahora en un futuro puede convertirse en un sistema de control por parte de la DGT, que podría conocer la ubicación de los coches e incluso la velocidad a la que circulan.
La V16 puede dar información sobre la ubicación de un coche constantemente
Lo cierto es que en condiciones normales conviene llevar la luz V16 con la pila quitada, de manera que no haya la menor duda de que el dispositivo no está en comunicación con la DGT ni existe el menor riesgo de fuga de datos o indiscreciones.
Información confidencial
Pero eso no es suficiente para algunos, que consideran que la única forma de bloquear por completo el envío de ondas y con ello su comunicación con la DGT es envolverla en papel de plata, que conforma una especie de jaula de Faraday que aísla por completo el dispositivo.
Los amigos de lo ajeno saben bien por qué se envuelven los móviles con papel de aluminio
Así lograríamos que tampoco funcione el dispositivo de geolocalización con el que cuenta hasta que retiremos el papel de aluminio y la pongamos de nuevo en funcionamiento.
Se trata de un viejo método bien conocido por la Policía, pues se usa también en los teléfonos móviles robados, que incluso apagados emiten posicionamiento, y las llaves de los coches para evitar que nos clonen la señal y puedan robarnos el coche.