La lección de dignidad de un tetrapléjico

Sin movilidad a raíz de un accidente en parapente, su popularidad se disparó con la exitosa película «Intocable», 20 millones de entradas en Francia, inspirada en su libro testimonio

Nació el 14 de febrero de 1951 en Túnez (Túnez) y falleció el 1 de junio de 2023

Philippe Pozzo di Borgo

Su trayectoria de ejecutivo culminó con la dirección de Pommery y fue truncada por el accidente que le dejó tetrapléjico. Su testimonio, de gran repercusión pública, quedó plasmado en un libro y en la película Intocable. Tras la muerte de su primera esposa, se volvió a casar y adoptó a dos hijos

Phillippe Pozzo di Borgo puso como condición a la realización de una película inspirada en su libro El segundo soplo que el 5 % de los beneficios generados fueran destinados a la asociación benéfica que dirigía, para así poder financiar proyectos encaminados a facilitar la vida de decenas de tetrapléjicos. El resultado fue más allá de las expectativas: Intocable fue vista en las pantallas galas por más de 20 millones de personas, convirtiéndose en el mayor éxito comercial de la historia del cine francés, siendo igualmente proyectada en muchos otros países, España entre ellos.

Tanto el libro como la película se centran en la trayectoria de Pozzo di Borgo a raíz de aquél fatídico 23 de junio de 1993 en que se quedó tetrapléjico por medio de una desafortunada caída mientras practicaba parapente en las cercanías del Puerto de las Saisies, uno de los más frecuentados de los Alpes tanto por esquiadores como por los amantes de deportes de riesgo.

Hasta entonces, la vida de Pozzo di Borgo había estado caracterizada por el éxito de haber sido nombrado, con apenas 40 años, directivo de Pommery, marca señera en el elitista sector de los espumosos galos. También contribuía a su personal aura el hecho de ser retoño del que es, probablemente, el linaje de abolengo más rancio de Córcega, cuya nobleza fue perfeccionada mediante títulos otorgados por un zar de Rusia y un Rey de las Dos Sicilias.

De poco sirvieron la reputación profesional y el orgullo familiar al agravarse, tres años después del accidente, la situación de Pozzo di Borgo con el fallecimiento de su esposa. Quedó entonces sumido el aristócrata y antiguo empresario en una profunda depresión de la que logró salir, poco a poco, gracias a la ayuda de su enfermero, de origen africano y carente de las cualificaciones necesarias, magníficamente interpretado en la película por Omar Sy. La narrativa contribuyó considerablemente a cambiar la perspectiva de muchos franceses acerca de la minusvalía.

Una condición que Pozzo di Borgo fue asumiendo con cada vez mayor naturalidad gracias, en parte, a su redescubrimiento de la fe católica. Según declaró al periodista Armel Joubert des Ouches en una entrevista de 2014, la dura e irreversible prueba le hizo «abandonarse» en Dios, Jesucristo y la Virgen María. «El sufrimiento”, llegó a decir, «es una ventaja para la sociedad porque pone las cosas en su sitio». Por eso se convirtió en un activo militante contra la eutanasia.