Claude Ruiz Picasso, hijo de pintor malagueño
Claude Ruiz Picasso (1947-2023)
Guardián de los derechos de su padre
El hijo de Picasso y de Françoise Gilot se mantuvo siempre al margen de las polémicas y demostró ser un gestor eficaz
Nació en Boulogne-Billancourt el 15 de mayo de 1947 y falleció en Ginebra el 24 de agosto de 2023
Claude Ruiz-Picasso
Fotógrafo y piloto de carreras, el apellido terminó atrapándolo a partir de 1989: fueron 34 años en defensa del legado de su padre.
Medio siglo después de la muerte del pintor español afincado en Francia, pero ante todo universal, su legado es objeto de una gestión más que solvente gracias al buen hacer de su hijo Claude Picasso entre 1995 y el pasado mes de julio. La genialidad de Claude consistió en crear la empresa «Picasso Administration», la única autorizada en Francia a diligenciar certificados de autenticidad de las obras del pintor que se le presentan, trámite decisivo antes de colocar una cuadro o dibujo decisivo de Picasso en una sala de subastas en Francia o poder exhibirla en una galería de arte.
Pero el hijo del pintor y de Françoise Gilot -condición que comparte con su hermana Paloma, nueva gerente de la empresa- tuvo que luchar para ser aceptado en el mundo del arte: al carecer de una formación en expertizaje de obras, muchos profesionales del sector dudaron de su legitimidad para distinguir un trabajo auténtico de uno que no lo es. Un desprecio que no fue óbice para seguir luchando hasta la victoria final: «Picasso Administration» posee los derechos de autor del artista nacido en Málaga hasta 2043.
Por tanto, la empresa es, hasta ese año, la única interlocutora ante las editoriales, distribuidoras, agencias de publicidad, productoras cinematográficas, organizadores de exposiciones o cualquier otra persona o entidad que desee utilizar la obra, la imagen y el nombre de Picasso. «Picasso Administration» recauda y gestiona los derechos de autor procedentes de la venta de cada obra. También está autorizada a supervisar los catálogos de las subastas públicas. Recibe alrededor de 400 solicitudes cada año.
Es, por lo tanto, una próspera fuente de ingresos. Aunque se puede decir que la llegada de Claude al negocio fue sorpresiva. En un principio, y tras la resolución provisional de la rocambolesca sucesión de Picasso -en la que él y Paloma consiguieron que se reconocieran sus derechos como hijos naturales-, Claude siguió con su actividad profesional al margen del «apellido» - sin ir más lejos, había sido asistente de Richard Avedon en su estudio neoyorquino-, en 1989 fue designado para dirimir definitivamente la indivisión de la polémica herencia, en las que entraban, además de su hermana y él, Jacqueline, segunda esposa del artista, los nietos del hijo mayor, Bernard y Marina y su media hermana Maya. A partir de entonces, y para evitar más dispersiones y explotaciones dudosas, empezó a idear la creación de «Picassso Administration».
Con todo, no se puede desligar a Claude de aquella infancia mítica -para empezar, su padre tenía 66 años cuando él nació-, vivida entre París y la Costa Azul y plasmada en numerosas publicaciones de la época. Fue feliz durante un lustro hasta la abrupta separación del pintor y de Gilot. Desde entonces, Paloma y él vivieron desgarrados entre ambos. Claude, por su parte, rompió con su padre tras la publicación de un libro escrito por su madre en el que revelaba intimidades. Claude tomó partido por Gilot, pero sin alimentar la polémica: prefirió refugiarse en la fotografía y en las competiciones automovilísticas.
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