César Alierta (1945-2024)
El modernizador de Telefónica
Se situó ante el reto de mantener la preeminencia de Telefónica en un mercado competitivo, sin la protección de un monopolio
Nació el 5 de mayo de 1945 en Zaragoza, donde falleció el 10 de enero de 2024
César Alierta Izuel
En su condición de presidente de Telefónica, César tuvo siempre una preocupación por el desarrollo de actividades en beneficio de los más desfavorecidos, tanto en España como en los países más necesitados de ayuda
César nació en Zaragoza el 5 de mayo de 1944, estudió en su ciudad natal e hizo un MBA en la Universidad de Columbia. Se casó con Cristina Placer y se instaló en Madrid donde desarrolló toda su brillante carrera profesional. César, no obstante, siguió siendo un aragonés exilado en Madrid. Pasaba los veranos en un pequeño pueblo de Huesca, y en Madrid se reunía frecuentemente con los amigos de su infancia en Zaragoza. Jamás estuvo ausente de los proyectos en los que se solicitaba su colaboración personal en Aragón. Esta colaboración fue importante, por ejemplo, en el Real Zaragoza y en las instalaciones de Candanchú, o en la cría del mastín de los Pirineos, materia en la que era un gran experto.
Comenzó su vida profesional en el Banco Urquijo donde se introdujo en el mundo de la bolsa. Fue una persona destacada en la modernización del mercado bursátil, que pasó del monopolio de los Agentes de Cambio y Bolsa a sociedades profesionales al modo de las más importantes bolsa mundiales. César fundó Beta Capital que fue una de las precursoras en ese proceso de modernización, sin el que hubiera sido impensable el desarrollo posterior de nuestra economía.
El salto al mundo industrial se produjo con su nombramiento como presidente de Tabacalera. Fidel Castro habría podido dar un valioso testimonio de la astucia negociadora de César, para alcanzar nada fáciles acuerdos sobre fabricación y comercialización de habanos. El paso a la presidencia de Telefónica le situó ante el reto de mantener la preeminencia de Telefónica en un mercado competitivo, sin la protección de un monopolio. Para ello impulsó la internalización de la compañía, con un plan que se desarrolló principalmente en Iberoamérica. Consolidó a Telefónica como una empresa tecnológicamente puntera. Angela Merkel daría fe de la preocupación de César por eliminar la dependencia tecnológica de Europa, que, a diferencia de ella, César consideraba un grave problema; y también de su tenacidad solicitando medidas por parte de los gobiernos europeos con ese fin.
En su condición de presidente de Telefónica, César tuvo siempre una preocupación por el desarrollo de actividades en beneficio de los más desfavorecidos, tanto en España como en los países más necesitados de ayuda. Fue un gran impulsor de las Fundaciones Telefónica y Nuevo Futuro. El Papa Francisco alabaría la colaboración de Telefónica Argentina en obras de interés social en Buenos Aires donde entonces él era Arzobispo y sería de nuevo testigo de la dedicación de César, como presidente de las mencionadas fundaciones, para poner en marcha programas de desarrollo tecnológico que facilitasen la educación en los países más pobres de África.
Sus amigos personales coincidirían, sin embargo, en que siendo importante toda su actividad y todos sus méritos profesionales, para César lo más importante de la vida fue su matrimonio con Cristina; y nada más triste que su fallecimiento después de una larga enfermedad, a partir del cual fue otro César Alierta.
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