
Richard Williamson
Mons. Richard Williamson (1940-2025)
El obispo antisemita que desestabilizó a Benedicto XVI
Negó el Holocausto nazi en una entrevista difundida el mismo día en que se le levantó la excomunión junto a otros tres prelados lefebvristas

Richard Nelson Williamson
Nació en Londres el 8 de marzo de 1940 y falleció en el condado de Kent el 29 de enero de 2025
Unido al catolicismo integrista desde 1976, fue ordenado obispo ilícitamente por monseñor Lefebvre en 1988, siéndole levantada la excomunión en 2009. Esa benevolencia eclesial no fue óbice para que siguiera el resto de su vida actuando en contra del Derecho canónico y expresando opiniones gruesamente antisemitas.
El 21 de enero de 2009 tenía que haber sido un día de alegría en la Iglesia, con el anuncio oficial del levantamiento de las excomuniones, tras años de arduas negociaciones que afectaban a los cuatro obispos que habían sido ilícitamente ordenados en 1988 por monseñor Marcel Lefebvre: el suizo Bernard Fellay, el francés Bernard Tissier de Mallerais, el argentino de padres españoles Alfonso de Galarreta y el británico Richard Williamson.
Mas la emisión, ese mismo día, por parte de un canal televisivo sueco, de una entrevista realizada a monseñor Williamson, en la que afirmaba que los nazis no hicieron uso cámaras de gas. Además, revisaba a la baja, en contra de cualquier evidencia historiográfica, el número de judíos exterminados en los campos: apenas 300.000, veinte veces menos de lo generalmente admitido por los historiadores que con más rigor han estudiado la cuestión.
El escándalo que se desató a continuación -en apenas unas horas- tuvo repercusión planetaria, poniendo al Vaticano en una situación insostenible. Roma, por medio de una pésima comunicación de urgencia, aseguró que ignoraba las opiniones antisemitas de monseñor Williamson a pesar de que podían encontrarse fácilmente en Internet; y también porque en la Curia romana sabían que la oposición de los lefebvristas al documento conciliar Nostra Aetate, que repudiaba la acusación de deicidio formulada durante siglos contra el pueblo judío, fue unos de las principales divergencias que retrasaron la firma del acuerdo de levantamiento de las excomuniones.
Mas la responsabilidad del escándalo recae exclusivamente sobre monseñor Williamson. De entrada, porque la entrevista había sido grabada en noviembre de 2008, es decir, dos meses antes del acuerdo. También, por su furibunda deriva antisemita cuyas penúltimas pruebas datan de marzo de ese mismo año, cuando concedió validez historiográfica a los «Protocolos de los Sabios de Sión», una notoria falsificación originada en la Rusia zarista que pretende revelar complots judíos para lograr la dominación sobre el devenir del mundo.
Las consecuencias del affaire Williamson concernieron, en primer lugar, al Vaticano que tuvo que recomponer las relaciones con la comunidad judía -el gran rabino de Israel había amenazado con suspenderlas-, además de presentar excusas a lo largo y ancho del planeta. A monseñor Williamson le cayó una doble sanción, religiosa, administrativa y judicial: un mes después de la difusión de la entrevista, la Fraternidad San Pío X -así se llama la familia espiritual lefebvrista- le cesó de su puesto como director de un seminario cerca de Buenos Aires. La expulsión definitiva, por razones de disciplina interna, se materializó tres años después.
Argentina, por su parte, sede de una de las comunidades judías del mundo más numerosas fuera de Israel, le dio 10 días para abandonar el país. En el plano penal, la justicia alemana le condenó a una multa de 12.000 euros por negación del Holocausto. Con todo, ninguno de estos castigos disuadió a monseñor Williamson de seguir persistiendo en sus desmanes: retirado en el sur de Inglaterra, siguió expresando sus opiniones -sin ir más lejos, entabló relación epistolar con el negacionista David Irving- y, más grave aún, ordenando a cuatro obispos -el último, en 2022- en clara violación de las reglas eclesiásticas.
Nacido en una familia anglicana, monseñor Williamson se licenció en Literatura inglesa por Cambridge antes de convertirse al catolicismo en 1971 y sentir la llamada al sacerdocio. Inició la formación en los Oratorianos de Londres antes de ingresar en el seminario lefebvrista de Ecône (Suiza) en 1976. Fue el inicio de su más que controvertida trayectoria.