Charles Guthrie
El barón Guthrie de Craigiebank (1938-2025)
El mariscal que se hizo católico
Le incumbió adaptar las Fuerzas Armadas británicas a los nuevos escenarios tras el final de la Guerra Fría
Charles Ronald Llewelyn Guthrie
Nació en Londres el 17 de noviembre de 1938 y falleció el 18 de septiembre de 2025
Tras graduarse en la Academia Militar de Sandhurst, ingresó en la Guardia Galesa, regimiento en el que, salvo un corto periodo en la unidad de élite Servicio Aéreo Especial, transcurrió toda su carrera hasta alcanzar el generalato a partir de 1981. En 1992 fue nombrado último comandante en jefe del Ejército Británico del Rin; en 1994, jefe de Estado Mayor del Ejército; tres años más tarde, jefe de Estado Mayor de la Defensa, cargo que desempeñó hasta 2001, cuando ingresó en la Cámara de los Lores como barón Guthrie de Craigiebank. En 2012, Isabel II le elevó al rango de mariscal de campo, el máximo del Ejército británico con cinco estrellas
El 19 de julio de 1994, el entonces general sir Charles Guthrie, en su condición de comandante en jefe del Ejército Británico del Rin, acompañó al entonces Príncipe de Gales en el desfile de despedida de las tropas del Reino Unido que estuvieron desplegadas durante casi medio siglo en Alemania Occidental. Llegaron a sumar hasta 70.000 soldados en el punto álgido de la Guerra Fría.
Para Guthrie, pocos meses después del acontecimiento berlinés, empezaba un nuevo reto, tras ser nombrado Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra: adaptar a las fuerzas armadas a los nuevos escenarios globales, ya muy agitados –las guerras balcánicas representaban la plasmación más perfecta–, y configurados por despliegues simultáneos en conflictos de diversa naturaleza. Conviene no olvidar, sin ir más lejos, que, en aquella época, la presencia del Ejército británico en Irlanda del Norte aún ascendía a 30.000 soldados.
Guthrie gestionó esta compleja situación con la suficiente destreza como para ser designado, en la primavera de 1997, Jefe de Estado Mayor de la Defensa. Y en medio de dos circunstancias peculiares: la primera, que lo fue en violación de la regla tácita según la cual el máximo cargo militar británico ha de ser ocupado, a modo de rotación, por un miembro de cada uno de los Ejércitos. Le tocaba, pues, a un marino, el almirante sir Jock Slater. Mas Guthrie sucedió a otro militar de Tierra, el general sir Peter Inge.
La segunda: su toma de posesión intervino pocas semanas antes de la aplastante victoria de los laboristas de Tony Blair. El nuevo primer ministro siguió apostando por Guthrie, estableciéndose entre ellos una sólida relación de confianza: el militar apoyó sin reservas todas las opciones del mandatario, empezando por Kosovo y Afganistán. La complicación afloró por el lado presupuestario pues, mientras se intensificaba el compromiso militar británico en diversos puntos del planeta, el ministro de Economía –y sucesor de Blair a partir de 2010–, Gordon Brown, reducía paulatinamente el presupuesto de Defensa. Una tensa entrevista certificó el desencuentro entre ambos.
Guthrie cesó en 2001 y pasó a desempeñar cargos en diversas empresas, al tiempo que vivía su fe católica a través de la presidencia del Centro Cardenal Hume y de una rama de Cáritas en Gran Bretaña. Nacido anglicano, pero casado con una católica e hijo de un católico converso, el oficial de Infantería abrazó la fe de Roma a través de un proceso largo, ayudado por capellanes militares y también por la cercanía, durante uno de sus destinos castrenses, de la abadía benedictina de Ampleforth, cuya escuela es el principal vivero de élites católicas británicas.