Fundado en 1910
José Emilio Rodríguez Menéndez

José Emilio Rodríguez MenéndezEl Debate

José Emilio Rodríguez Menéndez (1950-2025)

El abogado delincuente

Saltó a la popularidad defendiendo a 'La dulce Neus' o a 'El Dioni' antes de incurrir en actividades delictivas

José Emilio Rodríguez Menéndez alcanzó la popularidad en dos etapas. La primera, en la década de los 80, defendiendo a acusados en casos 'mediáticos' de la época. Uno de ellos fue el de la 'La dulce Neus', Neus Soldevilla, condenada por ordenar a sus hijos menores de edad el asesinato de su marido. Un segundo caso fue el de Dionisio Rodríguez Martín, conocido por 'El Dioni', guardia de seguridad que había robado un furgón con trescientos millones de pesetas, antes de convertirse en su representante cuando el condenado probó suerte en el universo de la canción. Un tercer caso en el que intervino fue el de Santiago Corella 'El Nani'; si bien en este caso ejerció como letrado de dos policías acusados de la desaparición del gánster.

José Emilio Rodríguez Menéndez
Nació el 16 de octubre de 1950 en Madrid, donde falleció el 16 de octubre de 1950

José Emilio Rodríguez Menéndez

Abogado

Su carrera fue un constante tira y afloja entre la mediatización y el delito. La lista de sus condenas penales es interminable, si bien pasó poco tiempo entre barrotes.

La segunda etapa tiene como escenario la España de los 90 y el subidón de popularidad que generaron para muchos –Rodríguez Menéndez entre ellos– el espectacular desarrollo –gracias a la irrupción de las televisiones privadas– de los programas de investigación de asuntos judiciales que habían conmovido a la opinión pública y también los del corazón. En este último ámbito, Rodríguez Menéndez, que sabía sacar partido de las olas mediáticas, defendió los intereses del tal Antonio David Flores durante su proceso de divorcio con Rocío Carrasco. Él mismo protagonizó romances bastante cutres –generalmente montajes remunerados– con personajes de la calaña de Malena Gracia o Nuria Bermúdez. Todo fuera por conquistar popularidad a toda costa.

Mas no tardó en volver a su ecosistema habitual: el del delito puro y duro: en 2002 fue condenado a dos años de cárcel y una multa por grabar y publicar fotogramas de un vídeo sexual de Pedro J. Ramírez. Lo hizo desde las páginas del diario Ya. Cuatro años más tarde, el Tribunal Supremo le condenó a diez años de prisión por fraude fiscal. Más adelante, se fugó a Argentina, pero fue encarcelado cuando regresó a España de incógnito en 2006. Escapó de la cárcel de Topas. Sin embargo, un juez argentino denegó su extradición. La lista no es exhaustiva. Hasta que le tocó ser víctima, casi mortal: en 1999, su entonces esposa, Laura Fernández, encargó su asesinato a unos sicarios. Salió ileso del tiroteo.

comentarios

Más de Obituarios

tracking

Compartir

Herramientas