Fundado en 1910
Juana Arce Molina

Juana Arce MolinaEFE

Juana Arce Molina (1935-2025)

Una de las cuatro senadoras constituyentes

De formación humanística, ayudó a fundar la Ucd en Albacete, sirviendo sucesivamente en la Cámara Alta y en el Congreso

Juana Arce Molina

Juana Arce Molina

Nació en Albacete el 23 de abril de 1935 y falleció el 19 de noviembre de 2025

Licenciada en Filosofía y Letras, especialidad Filología inglesa, decidió meterse en política al iniciarse la Transición: fue senadora en las Cortes Constituyentes y diputada en el Congreso entre 1979 y 1982.

Fueron solo 27 las mujeres –de un total de 606 parlamentarios– que formaron parte de las Cortes constituyentes elegidas por los españoles el 15 de junio de 1977. En el Senado, su número –sin contar las dos designadas, en uso de sus competencias de entonces, por el Rey Juan Carlos: Belén Landáburu González y Gloria Cantón Begué– no excedió de 4: la socialista Amalia Miranzo Martínez, y las «ucedistas» María Dolores Pelayo Duque, María Rubies Garrofé y Juana Arce Molina.

Esta última había congregado sobre su nombre los sufragios de 72.157 ciudadanos de la provincia de Albacete, frente a los 64.603 cosechados colectivamente por su partido, la Unión de Centro Democrático. Molina, oriunda de Albacete, pero afincada en Madrid desde la década de los sesenta, había regresado a la provincia manchega enviada por el Partido Popular de Pío Cabanillas, la primera formación en la que militó. Era marzo de 1977 y, cómo recuerda Memoria de Albacete, Arce «se codeó con numerosas personalidades nacionales, como José Pedro Pérez Llorca (presidente nacional del PP), y de dirigentes locales como Juan Vázquez Alberich, Francisco Fernández Zamora y José Escobar. Todos ellos formaron, a la postre, la coalición de Unión de Centro Democrático albacetense».

Ya en el Senado, Arce se incorporó a la Diputación Permanente, a la Comisión de Peticiones y a otras comisiones especiales como la de investigación sobre establecimientos penitenciarios, prueba de su interés por los temas sociales, que motivaron su entrada en política. Un compromiso que prorrogó, entre 1979 y 1982, en el Congreso de los Diputados. La paulatina descomposición de Ucd –las luchas intestinas no fueron una excepción en Albacete– disuadió a Molina de seguir en política.

Mas su legado permanece: menor de 6 hermanos de una familia de campesinos acomodados, esta aparente ventaja no fue óbice para que tuviera que combatir los prejuicios de la época, empezando por el de la educación: sus padres no querían que cursase la secundaria. La intervención de uno de sus hermanos desbloqueó la injusta situación.

El problema volvió a resurgir cuando se planteó estudiar una carrera universitaria. Su preferencia iba a la de Farmacia. Sin embargo, tal y como narra su hija, la abogada Isabel Winkels, en un artículo para el Colegio de Procuradores de Madrid, «una variable desvió aquella vocación: Farmacia solo se podía estudiar en Madrid, demasiado lejos para la tranquilidad de su madre; cambió ciencias por letras y se matriculó en Filosofía y Letras en Murcia, ciudad mucho más cercana a Albacete y en la que además había una residencia de monjas». La especialidad que eligió, Filología inglesa, permitió al final su traslado a Madrid.

comentarios

Más de Obituarios

tracking

Compartir

Herramientas