Alfonso Ussía es ahora mismo el gran articulista de la prensa española. Recoge la tradición tan nuestra de los autores que escriben en prensa, con la calidad literaria de la ficción, el rigor de la historia y la amenidad del humor inteligente. No cabe duda de que Ussía ha sido una suerte para EL DEBATE y un lujo para nuestros lectores. Su artículo del sábado pasado, «Perdón, perdón y gracias», dedicado a quienes de nuevo quieren reabrir la Guerra Civil casi cien años después, se convirtió en el texto más leído del fin de semana. Ya no de este diario, sino de la prensa española. Se compartió en redes, en grupos familiares y sirvió para levantar de nuevo la serena indignación de una gran parte de la sociedad española ante la manipulación inicua de las minorías de extrema izquierda. Entre Alfonso Ussía, Pedro Corral y Alejandro Nieto han logrado estos días colocar en su lugar exacto la ignorancia, el desconocimiento de la historia y la mala voluntad de la extrema izquierda, cuyo referente más notable es el presidente del Gobierno. Menos mal que España es un país plural, del que nos sentimos orgullosos millones de ciudadanos, y donde voces y plumas como las de Alfonso Ussía nos alivian la indignación y el dolor que algunos quieren infligir al cuerpo social. No descubro nada cuando les hablo de la trayectoria literaria y periodística de Ussía y de su compromiso con la verdad y la convivencia pacífica y la reconciliación de los españoles, a pesar del asesinato de su abuelo. No descubro nada, pero me parece conveniente aplaudir ese artículo suyo en EL DEBATE, que a tantos lectores cautivó y consoló. Gracias, Alfonso.
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