Sánchez no ganó las elecciones
Tal vez vuelva a gobernar, ya demostró carecer de escrúpulos, pero seguirá escribiendo una de las páginas más negras de nuestra historia reciente
Esta deriva del PSOE, que pasó de ser un partido a ser una simple máquina de obtener y detentar poder sin más ideología que la oportuna en cada caso para mantenerse en ese poder, digo que esa deriva ha inventado una de las mayores mentiras de los últimos tiempos: que ganó las elecciones del pasado 23 de julio. Pues hay que decirlo con toda claridad: falso. Las elecciones generales las ganó el PP de Núñez Feijóo, pero no ha alcanzado los apoyos suficientes para transformar la voluntad mayoritaria de los españoles, dado el perverso sistema político y electoral que en su día nos dimos los españoles.
Pedro Sánchez podrá gobernar, pero no será por expresa voluntad de los españoles. Lo hará porque su estómago político admite cualquier alianza, incluidas las que a muchos nos llevan hasta la náusea, como es el auxilio en forma de votos que le van a dar los antiguos terroristas de Bildu. Lo que nos coloca de nuevo ante el debate que la sociedad española debe abordar ya que es la sobrerrepresentación de los partidos independentistas en este país. En otros están ilegalizados, aquí somos los más demócratas de toda Europa y toleramos a los que quieren destruir España. No es posible que la suma de cinco partidos antisistema y de dudosas creencias democráticas –no olvidemos que hay terroristas, golpistas y reaccionarios en sus filas– que obtiene un millón y medio de votos, tengan secuestrado a un país de 48 millones de habitantes.
Me acompaña la firme convicción moral de que hay que denunciar esa anomalía. Además de insistir en que Sánchez ni ganó las elecciones ni su apuesta por enfrentar a España en dos mitades, reproduciendo el marco de pensamiento de la Guerra Civil, merecen respeto alguno. Tal vez vuelva a gobernar, ya demostró carecer de escrúpulos, pero seguirá escribiendo una de las páginas más negras de la historia reciente de nuestra nación y convirtiéndose en un enemigo de la libertad. Por eso acepta el apoyo de aquellos que no creen ni en la convivencia ni en la voluntad mayoritaria de los españoles.
Para mañana dejamos el comentario a la intempestiva carta de respuesta de Sánchez a Feijóo. Una vez más demuestra su carácter chulesco, que le acompaña junto a sus derrotas electorales. Estamos ante la persona que más tiempo ha gobernado contra la voluntad electoral de los ciudadanos. Pasará a la historia, pero no por lo que cree él.
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