Indecencia es pactar con los asesinos de tus compañeros
Después del encuentro de Sánchez con Aizpurua ya saben los terroristas de ETA encarcelados que tienen más cerca su salida de prisión
La frase que titula estas líneas fue escrita por Isabel Díaz Ayuso en la red X, de soltera Twitter, en respuesta a Patxi López que la había acusado de traspasar los límites de la decencia política por reprobar la tibieza de Sánchez y del Gobierno al condenar la masacre terrorista de Hamas en Israel.
Ciertamente , Sánchez, condenó el ataque pero con palabras alejadas de la contundencia y firmeza empleadas por Macron, Sunak, Scholz , Meloni y por supuesto Biden, que, junto a los mencionados presidente francés y primeros ministros de los principales países europeos, rubricaron después un comunicado de apoyo explícito a Israel y contra la barbarie terrorista perpetrada por Hamás.
El hecho de no contar con el presidente del Gobierno de España en funciones ha tenido más relevancia por tratarse del actual presidente rotatorio de la Unión Europea, evidenciando una vez más la escasa influencia internacional de Sánchez, como ya se vio al principio de la agresión de Rusia a Ucrania, por más que su «equipo olímpico de opinión y propaganda sincronizada» se empeñe en artículos y tertulias en presentarlo como un líder internacional.
Además, en el caso de que Biden le hubiera invitado a la firma del documento le habría puesto en un serio compromiso al liderar un gobierno dividido, con varios ministros, incluida «lady cohete», solidarios con los palestinos e insensibles a los asesinatos y secuestros de israelíes por los terroristas de Hamás.
De hecho, ni la rama comunista y podemita del gobierno, la merienda de siglas que configura Sumar, ni sus aliados parlamentarios Bildu y BNG, han reprobado esos crímenes mientras se solidarizaban con el pueblo palestino y no con las familias de los israelíes masacrados por los terroristas. Poco se habría reparado, sin embargo, en sus posiciones mezquinas y miserables si unos no formaran parte del Gobierno y otros lo condicionaran con sus exigencias. En realidad nada nuevo que no sepamos en España donde han demostrado siempre una equidistancia insultante entre las víctimas y sus asesinos e incluso poniéndose del lado de estos como hacían las formaciones anteriores a Bildu.
Un líder político europeo con principios y escrúpulos, todo lo contrario que Sánchez, jamás habría permitido que los comunistas entraran en su Gobierno, ni aceptado que sus prejuicios contra Israel, como antes exhibieron respecto a la OTAN y del lado de Putin, desprestigiaran su política internacional y dinamitaran la influencia histórica que su país tuvo en el conflicto árabe-israelí como organizador de una Conferencia de Paz. Madrid albergó esa histórica conferencia en 1991.
Un dirigente político con sentido de Estado y comprometido con la palabra dada, que no es el caso de Sánchez, tampoco cambiaría dignidad por votos para seguir en el poder, ni aceptaría fotografiarse con Mertxe Aizpurua, la jefa del «Comando de Papel» que se reía desde la portada de Egin ,(recordó en El Debate mi querido Antonio R.Naranjo) de víctimas de ETA como Miguel Ángel Blanco y Ortega Lara.
Indecencia, podría añadir ahora Isabel Díaz Ayuso a su comentario en X contra López, es hacer lo que ha hecho Pedro Sánchez: reunirse y pactar su investidura con quien fue condenada por enaltecimiento del terrorismo y apoyó a quienes asesinaron a sus compañeros socialistas.
Con su proceder, Sánchez ha despreciado a todas las víctimas y singularmente a las que puedan sentirse identificadas con Vox, único partido al que ha excluido de sus contactos, mientras ha posado, compadreado y pactado el poyo de los herederos políticos de sus verdugos, hoy representados por Bildu y de los que dijo que jamás negociaría ni hablaría nada con ellos. Otra muesca más en la canana de sus mentiras y promesas incumplidas.
El «que te vote Txapote», coreado por miles de los asistentes al desfile del día de la Fiesta Nacional cobra más sentido aún y está más que justificado tras esa foto, mal que le pese al propio Sánchez y al contrariado colega de TVE que ironizó contra los abucheos y las protestas de la gente durante la retransmisión.
Después del encuentro de Sánchez con Aizpurua ya saben los terroristas de ETA encarcelados que tienen más cerca su salida de prisión. Al igual que Puigdemont sabe que tiene garantizado su regreso a Barcelona con la ley de impunidad en el bolsillo, cuando quiera, gracias a sus siete votos. La gobernación de España está en sus manos y que nadie dude que Sánchez, en otro alarde de indecencia política, terminará llamándole a Waterloo para hacerse perdonar por querer juzgarle y granjearse su apoyo a cambio de la amnistía y de un referéndum. Ya se encargará Conde Pumpido de blanquear tanta indignidad.
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