Seré un facha

Hoy es el día de la Hispanidad, Fiesta Nacional de España. 12 de Octubre, día en que Cristóbal Colón llegó a América y, como pilarista tendré que decirlo, también día de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil. Si te acordabas de todo esto, eres un facha y no lo sabías, porque han conseguido poner de moda decir que lo que ocurrió en 1492 fue una devastación, una barbarie por la que hay que pedir perdón en lugar de sentir orgullo. Y si opinas lo contrario, eres un facha. Pero facha... facha.

Ya lo decía una campaña de la Fundación Neos hace un par de años... si te alegra recordar esta fecha, si te enorgullece que una serie de personas se lanzaran al mar sin saber si habría tierra al otro lado o si hablas bien de nuestra historia, huyendo de la leyenda negra, eres un facha. Si fomentas el uso del español allá por donde vayas, un facha redomado. Y como te dé por decir que una España unida es mejor que una vertebrada, te conviertes en el rey de todos los fachas.

Si consideras la época de la Transición como un ejemplo... facha. Y ni se te ocurra recordar a las víctimas del terrorismo ahora que se habla tanto de los niños en Gaza, porque serás facha y refacha. Como en San Mamés el otro día, donde se daban golpecitos en el pecho por colocar banderas palestinas en el mismo sitio en el que ignoraron durante décadas a sus muertos. Si llamas la atención sobre eso, también eres un facha. Y si te consideras monárquico. Y si crees que el aborto no es un derecho. Y si vas a misa los domingos o si bautizas a tu hijo recién nacido. Entonces, sí que sí, facha.

Como te dé por colgar en el coche la medida de la Virgen del Pilar, facha al cuadrado. Y pobre de ti como lleves una pulsera con la bandera de España en la muñeca. O si te pones un polo en el que ponga «España». La camiseta de la selección tiene un pase, pero solo cuando hay fútbol. Si no, facha en mayúsculas.

Como sientas alegría por que un español gane Roland Garros, facha. Y como te encabrone que el presidente del Gobierno no dedique un solo tuit a Nadal el día de su despedida, facha en su máxima expresión. Ya no hablemos de como se te ocurra desmontar el relato oficialista, ya sea en economía, en política o en cualquiera de los 800 escándalos de corrupción que sobrevuelan la Moncloa. Si levantas la voz, crucecita y a la fachosfera. Y así vivimos, en un mundo repleto de fachas y de otros que prefieren callar para que no les acusen. Porque la izquierda es tolerante hasta que no opinas como ellos. Entonces, no hay tolerancia posible. Eres simplemente un facha. Así que seré un facha.