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Unas líneasEduardo de Rivas

En una sauna de cuyo nombre no quiero acordarme

El CIS no se lo creen ni en Moncloa, porque, si así fuera, ya habrían convocado las urnas

La vuelta del verano ha traído de regalo entre dos y seis escaños para Pedro Sánchez. Un pequeño respiro. Será verdad eso de que en verano la gente se olvida de todo, que la falta de memoria es abrumadora en este país y que el presidente estaba mucho mejor escondido entre los muros de La Mareta que saliendo a la palestra en plena crisis por los incendios. Que se lo coman otros, debieron pensar en Moncloa, ya que asumir la gestión habría derivado en todavía menos votos para el líder. El PP se ocupó y el PP pagó el resultado en las teóricas urnas. Las encuestas de julio daban a Feijóo hasta 151 escaños y ahora se podría quedar en 136, según el barómetro que publica hoy El Debate. El que pesca en río revuelto, como suele pasar, es Vox, que se quedaría cerca de los 60 escaños.

La gente tiende a olvidar, pero basta con poner el telediario para recordar. Llevamos solo dos semanas de curso político y ya tenemos sentado en el banquillo al fiscal general, a la mujer del presidente declarando ante el juez y la primera derrota parlamentaria del Gobierno. Sánchez, que es de esos amigos que está para irse de fiesta pero no coge el teléfono cuando tienes un problema, se ausentó del Congreso el día de la votación de la jornada laboral, y dejó a Yolanda Díaz a los pies de los caballos. Le faltó colocar un cartel en su escaño en el que pusiera «la culpa es suya». El presidente la dejó colgada para irse al cine, que debe ser el único sector que lo recibe con los brazos abiertos. Prefirió apoyar a Amenábar en lugar de a su vicepresidenta y socia de Gobierno, aunque no lo habría hecho si Amenábar no hubiera teorizado con que Cervantes era homosexual. Se habría quedado en casa.

De esos gestos absurdos es de lo único que vive hoy Pedro Sánchez, pero ese tipo de políticas llega un momento en el que se agotan. Van a sufrir cada votación y lo van a tener difícil hasta para sacar adelante la ley anti prostitución que tienen entre manos. Necesitarían el voto a favor de Ábalos y el del yerno del dueño de las saunas. Dos episodios de cinismo dignos de colocar su foto en el diccionario junto a la definición.

El Gobierno va sin rumbo y sin Presupuestos. Esa es la realidad, aunque el verano les haya dado un respiro. Y con esto dice Tezanos que les basta para ganar, pero algo me dice que el CIS no se lo creen ni en Moncloa, porque, si así fuera, ya habrían convocado las urnas.

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