El final del verano llegó y la Justicia volvió
Regresan a nuestros días los escándalos de corrupción que rodean al presidente del Gobierno. Y, ante ese panorama, TVE tenía que sacar la artillería pesada
Parecía escrito que Manuel de la Calva falleciera al final del verano, precisamente una de las canciones más conocidas del Dúo Dinámico. A buen seguro que Pedro Sánchez y parte de su Gobierno entonó alguna vez alguna de sus estrofas, aunque olvidara dedicarle unas palabras el día de su muerte.
Será que la canción le traía malos recuerdos al presidente del Gobierno. Porque el final del verano llegó y Sánchez partirá (de vuelta a Moncloa), aunque no sabemos hasta cuándo recordará su amor por Lanzarote. Porque en agosto se vive muy bien en Canarias, a miles de kilómetros de una Península que ardía por los cuatro costados mientras el supuesto líder del país se apoltronaba en su hamaca.
Pero con septiembre vuelve la normalidad. Y también la Justicia, que vuelve a abrir sus puertas tras un mes con casi todo parado. Regresan a nuestros días (y a nuestros telediarios) los escándalos de corrupción que rodean al presidente del Gobierno. Su mujer volverá a ver al juez Peinado próximamente, su hermano tendrá pronto fecha para sentarse en el banquillo y su fiscal general se enfrentará al Tribunal Supremo teniendo que sentarse en la mesa de los acusados y no en la de la acusación. Y eso sin hablar de que la UCO todavía tiene que desvelar qué había dentro de los pendrives de Koldo que quedan pendientes.
Ante este panorama, la maquinaria de Moncloa se tenía que poner en marcha y sacar la artillería pesada. Desde esta semana o la próxima, la televisión pública –la de todos, la que pagan nuestros impuestos– reforzará su apuesta por el sanchismo con una dosis de Intxaurrondo para desayunar, Javier Ruiz para almorzar, Cintora para la sobremesa, Gonzalo Miró para merendar y Pepa Bueno para cenar. Y, si se quedan con ganas de más, pueden intentar echarse unas risas con Broncano y Lalachús. No sé si lo conseguirán.
Así viene el nuevo curso político. La parte positiva es que ya hemos atravesado el ecuador de la legislatura y cada vez queda menos para las elecciones. A ver si esta vez sirven para algo.
