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HorizonteRamón Pérez-Maura

Lo que va de Pilar Alegría a Víctor de Aldama

Una de las razones que a mí me hacen creer que hay que dar crédito a este Aldama es que él está reconociendo sus propios delitos. Que es una forma de intentar conseguir una rebaja de condena. Pero él asume que va a ser condenado. Y estas declaraciones en diferentes medios de comunicación no le van a librar de la cárcel

Dentro de la absoluta degradación de nuestra democracia, en las últimas horas hemos vivido algo verdaderamente notable, que demuestra el desprecio de nuestros gobernantes por nuestro sistema democrático.

Supongo que muchos de ustedes habrán visto la larga entrevista que hizo el pasado lunes por la noche el columnista y redactor de investigación de El Debate Antonio R. Naranjo a Víctor de Aldama en «El análisis de Diario de la Noche» de TeleMadrid. Fue verdaderamente espectacular: salió de todo, empezando por la financiación ilegal del PSOE. La respuesta de la ministra portavoz Pilar Alegría a las múltiples acusaciones gravísimas que hizo Aldama en la entrevista no ha podido ser más lamentable: simplemente que ella por las noches no ve ficción en televisión. No sé cuántos de los cientos de asesores de Moncloa habrán trabajado durante horas para elaborar esa respuesta. Desde luego, con tan patética contestación no se merecerían ganar un céntimo.

Yo no conozco al señor Aldama y no tengo ningún respeto por quien se ha buscado la vida en operaciones obscuras en el entorno de un Gobierno tan corrupto como el que padecemos en España en esta hora. Pero sí tengo muy claro algo: Víctor de Aldama es un hombre perseguido por la Justicia en la misma medida que media docena de altos cargos y familiares del presidente del Gobierno. Y que a diferencia de todos ellos ha decidido colaborar con la Justicia.

Pilar Alegría puede decir que esto es ficción, pero desde que un -para mí- desconocido Víctor de Aldama compareció por primera vez en el programa de Carlos Herrera en COPE, todo lo que él ha ido diciendo se ha comprobado cierto en las investigaciones de la UCO. Lo que Pilar Alegría llama ficción en la rueda de Prensa del Consejo de Ministros está más que probado por las investigaciones de la policía judicial. Y veremos si las aportaciones que hizo Aldama el pasado lunes no se confirman también.

Una de las razones que a mí me hacen creer que hay que dar crédito a este Aldama es que él está reconociendo sus propios delitos. Que es una forma de intentar conseguir una rebaja de condena. Pero él asume que va a ser condenado. Y estas declaraciones en diferentes medios de comunicación no le van a librar de la cárcel. Con suerte le ayudarán a menguar su pena, pero poco más.

Me llamó la atención ver que Aldama llevaba en el ojal de su chaqueta lo que ahora se llama un «pin». Un «pin» que era una cruz plateada. Ni más ni menos. Y recordé cómo hace meses, personas de mi absoluta confianza me contaron cómo, involucrado ya en este escándalo hasta la coronilla, se podía ver algunos lunes a Víctor de Aldama en una vigilia de oración que se celebraba en la parroquia del Santísimo Sacramento de Madrid.

Yo no tengo ni idea de qué ha llevado a Aldama a colaborar con la Justicia garantizándose años de cárcel. Pero algo me hace pensar que su actitud es la de un verdadero católico, arrepentido de sus pecados, que sabe que el perdón de esos pecados puede implicar una pena. Y lo acepta, claro. Pero que él no tiene por qué ser el único penado. Parece ser católico, pero no idiota.