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Don Pedro es muy feminista, nadie lo puede discutir. Para ser exactos, el presidente más feminista del orbe, según él mismo, nos recuerda a todas y todos (y a todes). Es más feminista que Clara Zetkin, Simone de Beauvoir y Gloria Steinem juntas. Por eso preside un gobierno cuyo estandarte es el feminismo, integrado por ministros y ministra archifeministas. Don Pedro «es feminista porque es socialista», que diría el señor Ábalos, otro conspicuo feminista. Crea constantemente «nuevos derechos» feministas y protege a las mujeres, como buen feminista.

En su mocedad, mostraba con su pandi de amiguetes un cierto ímpetu cinegético a la hora de salir de noche a practicar el ligoteo. Pero, por supuesto, era muy feminista.

Tras emparentar con el honorable Sabiniano, disfrutó muy gustosamente de la prodigalidad de su suegro, que les compró un piso a él y a Begoña con el dinero que obtenía de la prostitución. Pero eso no quiere decir nada, es muy feminista.

La ya conocida como Banda del Peugeot, que le ayudó a ganar las primarias, estaba formada por un antiguo portero de puticlub, por un usuario compulsivo de esos servicios y por su presunto acosador sexual. Pero eso tampoco quiere decir nada, él es muy feminista.

A la hora de ejercer la presidencia, utilizó a las mujeres como ministras-florero, porque en realidad siempre gobernó en plan pandi de chicos. Primero con Iván Redondo y Ábalos, que ejercía de auténtico vicepresidente, y ahora con Bolaños. Pero es muy feminista.

En noviembre de 2022, alardeó de gira en Bali de una nueva norma que «refuerza la seguridad de las mujeres», «una ley de vanguardia que va a inspirar muchas leyes en todo el mundo». Se trataba del disparate del «solo sí es sí», impulsado por la egregia jurista –y excajera del Saturn– Irene Montero. Puso en libertad a un millar de violadores y abusadores de mujeres. Se vio forzado a pedir perdón al año siguiente. Pero es muy feminista.

Enchufó a su mujer desde la Moncloa para conseguirle un puesto de fuste, haciéndola, por lo tanto, de menos, como si ella no pudiese valerse sin el dedazo del maromo. Pero es muy feminista.

Denigró a las mujeres con una ley delirante de cambio de sexo, que niega el hecho biológico de la mujer y el hombre y permite que Paco se convierta en Paca con solo comunicarlo en el registro. Algunos violadores y abusadores se declaran ahora mujeres para cumplir pena en las prisiones reservadas para ellas. Pero es muy feminista.

Las pulseras que protegen a las mujeres amenazadas fallaron, dejándolas indefensas, y su Gobierno lo ocultó. Pero es muy feminista.

Tenía metido en la Moncloa, en su núcleo duro, a su amigo Paco Salazar, al que en 2021 incluso colocó un tiempo como presidente del Hipódromo de la Zarzuela. Según las denuncias de dos militantes socialistas que trabajaban con él, el tal Paco acosaba a sus compañeras con comentarios repugnantes y gestos libidinosos. El asunto corría como la pólvora. Pero don Pedro alega que ignoraba lo que pasaba ante sus narices y el partido desoyó las denuncias de sus afiliadas. Cuando finalmente saltó el escándalo a los medios, el PSOE ofreció a Salazar echarle una mano contratando sus servicios si montaba una consultora y se callaba. Pero el jefe es muy feminista.

El PSOE es el partido de las orgías de Roldán, de la farlopa y los lupanares de los ERE, de las farras de luces rojas de Tito Berni, de los catálogos de meretrices de Ábalos y Koldo. También es el partido de Paco Salazar; del presidente del PSOE de Torremolinos; de Javier Izquierdo, responsable de Estudios y Programas de Ferraz; y del presidente de la Diputación de Lugo, todos caídos por acosadores sexuales una vez que se ha levantado la omertá. El PSOE tiene de puertas a dentro una subcultura tóxica con las mujeres.

En resumen, don Pedro es muy feminista, sí. En concreto, de la escuela de feminismo de Esteso y Pajares, El Fary y Torrente.