Rearmar España

Se opina con profusión sobre el rearme de las FAS. Misiles balísticos proponen los que no los diferencian de los morteros, obuses, cañones, cohetes y misiles cruceros; carros de combate de tal o cual modelo otros cuando obvian que, en Ucrania, están retirándose los que se les enviaron pues colapsan su logística siendo sustituidos por otros más simples y obsoletos, y desconocemos lo que opinan los que más saben del tema, militares artilleros, carristas y planeadores del Estado Mayor en activo. Lo sorprendente es no se haya contemplado que, al amparo del incremento de la mano de obra en las fábricas armamentísticas, no se priorice la contratación del personal militar y soldados con más de 45 años que han sido utilizadores de un material igual o similar, lo que ocurre con asiduidad en otros países con personal de sus ejércitos tal como que he comprobado presencialmente. También se propone un servicio militar de conscripción e imbuirles una cultura de defensa.

Estimo que para lo primero, además de distraer personal instructor y recursos destinados a los profesionales, tendrían una baja aceptación y rendimiento por lo que la potenciación del sistema de los actuales (y magníficos) reservistas voluntarios considero como más adecuado y, para lo segundo, aunque es necesario un rearme moral de la sociedad española, ese cometido, que tiene que afrontarse desde la enseñanza primaria hasta la universitaria y por un profesorado no tendencioso, es una responsabilidad que debe recaer en el Ministerio y consejerías de Educación autonómicas y no emplear a las FAS como cajón de sastre para encargarle lo que otros son incapaces de hacer aunque sea una misión que tienen encomendada. Las FAS están para la defensa armada de la nación.