Cartas al director
Atención a la jugada
A la mayoría de nosotros, nunca nos ha faltado el pan de cada día. Quizá el pan no sea buen ejemplo porque se ha encarecido tanto que en algunas casas se prescinde de él. Y de más cosas, que la clase media ha bajado varios peldaños y la pobreza infantil escala.
Esas orejas que vemos al lobo, las contrarrestan las informaciones que, por prensa, televisión y radio, insisten en que la economía va como un cohete. Algún problemilla de vivienda, que dice la UE que nos faltan 600.000, y lo dice en perfecta sincronización con el Gobierno de Sánchez que, mientras le exigen hablar en la Conferencia de Presidentes de financiación autonómica, ya ha dejado claro que, en tal reunión en torno a Su Persona, busca apoyos para su plan de una milmillonada en vivienda pública.
Y con esto debemos conformarnos. Llenar el buche y un techo sobre la cabeza. Esa cabecita loca que da vueltas a cuestiones éticas que, total, somos humanos y se dan siempre en todo Gobierno. Cosillas menores que han pasado siempre: colocar amiguetes y allegados en las instituciones y empresas públicas, desviar un dinerete de todos para asuntos de algunos, inventar cátedras y óperas para los más próximos, alinear a jueces, fiscales, abogados del Estado, diplomáticos, interventores, etc, con la línea gubernamental y reforzar esta con un pseudotribunal político que le dé razón para todo, por la paz del hogar.
Así que comamos y bebamos que mañana quizá no haya democracia y se resientan un poco las Cortes que nos representan, y hasta puede ser que desaparezca España, pero papá Estado socialista nos pondrá el pan en la mesa con una única condición: que abominemos de la funesta manía de pensar.