Fundado en 1910

Cartas al director

Día de la Constitución

Hoy, Día de la Constitución, no celebramos un simple aniversario: celebramos la mayor victoria colectiva de nuestra democracia. Un pacto que levantó a un país entero y lo sacó de las sombras, un acuerdo que costó coraje, generosidad y la renuncia de muchos. Un pacto que levantó a un país entero y lo sacó de las sombras, para que todos pudiéramos vivir en libertad.

La Constitución no es un papel. Es un muro levantado piedra a piedra contra la arbitrariedad, contra el odio, contra el abuso y contra quienes sueñan con dividirnos. Por eso hoy, cuando algunos la invocan para vaciarla, cuando la pronuncian mientras la traicionan, cuando la usan como excusa para conceder privilegios indecentes o para convertir España en un tablero de trueques, hay que decirlo con la fuerza que merece la verdad:

Durante 47 años, este texto nos dio estabilidad, derechos, igualdad, progreso y un rumbo compartido y ahora pretenden retorcerlo, reinterpretarlo, convertirlo en un pergamino maleable al sabor del poder. No. La Constitución no es plastilina, es cimiento. Es frontera, es compromiso.

Hoy es día de celebración, sí, pero también de advertencia, de firmeza, de memoria. Porque los pueblos que olvidan su pacto fundacional acaban pagando un precio demasiado alto. La Constitución no cayó del cielo: la construyeron hombres y mujeres que, sin miedo y sin rencor, pusieron por delante la convivencia antes que el ego, el futuro antes que la revancha

Hoy nos toca a nosotros honrar ese legado. Hoy nos toca recordar que España solo avanza cuando camina junta, sin tutelas ni chantajes. Hoy nos toca decir, sin temblar, que la Constitución es la roca sobre la que se levanta nuestra libertad y que quienes pretendan erosionarla nos encontrarán enfrente.

La Historia juzga. La Historia no perdona a quienes la traicionan. Y hoy, como hace 47 años, volvemos a responder a su llamada, con orgullo, con determinación y con la defensa firme de aquello que nos hizo un país digno, libre y democrático. Sin crispación.

La Constitución se respeta.

La Constitución se defiende.

La Constitución, señores, no se rinde.

Juan J. Lojo Fandiño

Más cartas al director

  • Gracias inspector

  • El primer abrazo

  • Una soledad mayor

  • Eterno en sus páginas

  • Símbolos

  • Últimas opiniones

    tracking

    Compartir

    Herramientas