Cartas al director
Perdiendo aceite
Si la inteligencia posibilitase hacer una lectura oleica de los resultados electorales, el de las autonómicas extremeñas sería más que elocuente: el sanchismo -y por añadidura el PSOE- «pierde aceite a raudales». Lo pierde por activa y pasiva, lo pierde a diestra y siniestra... Parece que Sánchez «pierde aceite» que es un gustazo.
El ya usado -lease aceite- en estas de Extremadura ha virado a una pragmática -si es posible- podemita; el virgen extra se ha decantado -aunque menos- por el PP y el joven se ha abalanzado sobre Vox: claro son las cosas que tiene la política, que de tanto mal usarla termina por apestar y no deja otra que salir corriendo de su lado.
¡Quién lo iba a decir!, un país con el mejor aceite del mundo pero astutamente mercantilizado por Italia, un país aceitero absorto en cómo la UE permite que las «aceitunas» marroquíes adulteren el mercado, ya porque a sus nativos les cueste doblar el espinazo y prefieran viajar para vivir del cuento ya por tergiversaciones de las energías «aristotélicas».
Y mientras tanto, Pedro ve cómo algunos varean sus olivos, mientras que él se dedica a silbar a los gorriones en compañía de su musical hermano.