Al expresidente de la Federación Española de Fútbol le persigue la controversia allí por donde va. Este jueves su tío irrumpió durante la presentación de su libro y, sin mediar palabra, le lanzó huevos. Una agresión condenable que seguramente cause indiferencia (cuando no simpatía) entre todos los que convirtieron a Rubiales en el «enemigo número 1» de un país, España, con problemas mucho más graves que un pico televisado a una futbolista.