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27 de abril de 2024

Escultura de san Ignacio de Loyola

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Ignatius500

Los obispos animan a recuperar nuestra condición de peregrinos por el Año Ignaciano

Las diócesis involucradas en el Camino Ignaciano han dispuesto que se celebre un Año Jubilar a lo largo de la ruta de enero a diciembre de 2021

Las diócesis y archidiócesis que se recorren a lo largo del Camino Ignaciano han publicado una carta, titulada Hago todas las cosas nuevas (Ap 21,5), en la que han recogido algunas consideraciones que harán conocer mejor la experiencia que vivió san Ignacio a lo largo de su peregrinar por distintos lugares de nuestro país.  y que ahora cada uno podrá hacer suyas con motivo de la celebración del Año Ignaciano.  
Con motivo de la celebración del Año Ignaciano, también conocido como Ignatius500, el arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, ha recordado en su misiva que «la conversión de san Ignacio puede ser una oportunidad para acercarnos a Dios que escribe recto, por más que los renglones se rebelen y a veces se nos tuerzan. Él sabe hacer nuevo todo, incluso nuestras vidas».

Celebración del Año Ignaciano

Entre el 20 de mayo de 2021 y el 31 de julio de 2022, se celebra en todo el mundo la conmemoración del quinto centenario de la experiencia transformadora de san Ignacio de Loyola: su conversión acaecida durante su convalecencia y recuperación, tras ser herido en una pierna en la defensa del castillo de Pamplona, así como su peregrinación y estancia en Manresa. 
En esta carta, los obispos han dispuesto que se celebre un Año de Conmemoración Jubilar a lo largo del camino, entendido como experiencia continuada a los ejercicios espirituales, que tendrá lugar entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del próximo 2022. Desde las diócesis que recorre el Camino Ignaciano, han propuesto también recuperar nuestra condición de peregrinos para este Año Ignaciano. 
«Ignacio de Loyola nos enseña a usar la inteligencia, la fuerza, la constancia para pasar, como Jesús, por el mundo haciendo el bien», escribe el arzobispo Pérez. Es por ello que el ejemplo de san Ignacio puede propiciar el cambio, no solo a nivel personal, sino la transformación en Cristo. «Creer es peregrinar, partiendo de cuanto sucede a nuestro alrededor, de cuanto está reclamando cambio; pasando también y principalmente por las transformaciones interiores de nuestra persona, para poder ser cada día un poco más ese fiel reflejo de Cristo que llena de esperanza el mundo que habitamos y lo abre a la esperanza de la vida eterna», concluye el comunicado. 

¿Qué es el Camino Ignaciano?

A iniciativa de la Compañía de Jesús, un pequeño grupo de laicos y jesuitas se lanzaron a recrear el camino que Ignacio de Loyola recorrió en 1522 desde Loyola hasta la ciudad de Manresa. Su objetivo es ofrecer una experiencia de peregrinación a los hombres y mujeres del siglo XXI, siguiendo el proceso espiritual de aquel hombre extraordinario.
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