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11 de mayo de 2024

El Papa Francisco durante la audiencia general de hoy en la sala Pablo VI

El Papa Francisco durante la audiencia general de hoy en la sala Pablo VIAFP

Última audiencia del año

El Papa Francisco en la audiencia: «ante las adversidades de la vida, ser valientes como José»

El Santo Padre ha hablado de José como un migrante «perseguido y valiente», y ha hecho un fuerte llamamiento por los migrantes, que ha acompañado con una oración al padre adoptivo de Jesús

En la audiencia general del último miércoles del año, el Papa Francisco habló de san José, al referirse del episodio de la huida a Egipto que narra el Evangelio de Mateo, como un migrante perseguido y valiente. La familia de Nazaret sufrió en primera persona la precariedad, el miedo y el dolor de tener que abandonar su tierra natal, una situación que también hoy deben experimentar muchos hermanos nuestros. Motivo de ello, según el Santo Padre, es «casi siempre» la prepotencia y violencia de los poderosos.
Tras recordar el episodio, el Papa Francisco ha hecho presente las opuestas personalidades del padre adoptivo de Jesús y de Herodes: el uno, premuroso y valiente, el segundo, de una crueldad «despiadada».
«Era un hombre cruel: para resolver los problemas, tenía solamente una receta: matar. Es el símbolo de muchos tiranos de ayer y de hoy; y para ellos, para estos tiranos, la gente no cuenta: cuenta el poder, y si necesitan de espacio de poder, matan a la gente. Esto sucede hoy: no debemos ir a la historia antigua, hoy sucede. Es el hombre que se convierte en lobo para los otros hombres. La historia está llena de personalidades que, viviendo a merced de sus miedos, intentan vencerlos ejerciendo el poder de manera despótica y realizando actos de violencia inhumanos», ha afirmado el Pontífice.
El Papa Francisco dirigiéndose a los asistentes a la audiencia

El Papa Francisco dirigiéndose a los asistentes a la audienciaAFP

El Santo Padre ha advertido que no solo se vive «en la perspectiva de Herodes», si se convierte en tirano: «De hecho, todos podemos caer en esta actitud, cada vez que tratamos de disipar nuestros miedos con la prepotencia, aunque sea sólo verbal o hecha a base de pequeños abusos realizados para mortificar a los que nos rodean. También nosotros tenemos en el corazón la posibilidad de ser pequeños Herodes».
José «es todo lo contrario a Herodes». En primer lugar, es «un hombre justo» –ha dicho Francisco– mientras que Herodes es un dictador. Pero, además, el padre de Jesús «muestra valor al cumplir la orden del Ángel».
«Cabe imaginar las vicisitudes que tuvo que afrontar durante el largo y peligroso viaje y las dificultades que comportaron la permanencia en un país extranjero, con otro idioma. muchas dificultades. Su valentía surge también en el momento de su regreso, cuando, tranquilizado por el Ángel, supera sus comprensibles temores y se instala con María y Jesús en Nazaret (Mt 2,19-23). Herodes y José son dos personajes opuestos, que reflejan las dos caras de la humanidad de siempre», ha continuado el Santo Padre.
El Santo Padre saluda a algunos asistentes a la audiencia general

El Santo Padre saluda a algunos asistentes a la audiencia generalAFP

Superar las dificultades

Según el Papa Francisco, «es un error común considerar la valentía como la virtud exclusiva del héroe», puesto que, en realidad, «la vida cotidiana de cada persona requiere valor para afrontar las dificultades de cada día».
«En todas las épocas y culturas encontramos hombres y mujeres valientes que, por ser coherentes con sus creencias, han superado todo tipo de dificultades, soportado injusticias, condenas e incluso la muerte. La valentía es sinónimo de fortaleza, que, junto con la justicia, la prudencia y la templanza forma parte del grupo de virtudes humanas conocidas como cardinales». 
La lección que hoy nos deja José –ha concluido el Santo Padre – es la siguiente: la vida siempre nos depara adversidades, es verdad, y ante ellas también podemos sentirnos amenazados, con miedo, pero sacar lo peor de nosotros, (como hace Herodes), no es el modo para superar ciertos momentos, sino actuando como José, que reacciona ante el miedo con la valentía de confiar en la Providencia de Dios.
«Creo que hoy es necesaria una oración por todos los migrantes y por todos los perseguidos y por todos aquellos que son víctimas de circunstancias adversas: ya sea por circunstancias políticas, históricas o personales. Pero, pensemos en tantas personas que son víctimas de las guerras y que quieren huir de su patria y no pueden; pensemos en los migrantes que inician ese camino para ser libres y muchos fallecen en la calle o en el mar; pensemos en Jesús en los brazos de José y María, huyendo, y veamos en él a cada uno de los migrantes de hoy. La migración actual es una realidad a la que no podemos cerrar los ojos. Es un escándalo social para la humanidad».
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