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Bandidos Fulani atacan otra aldea en Nigeria sin fallecidos

Los bandidos Fulani atacan otra aldea católica de Nigeria, esta vez sin dejar fallecidos

La aldea de Gwando, a 16 kilómetros al este de Robuh, fue asaltada por terroristas este lunes, según Stingo Usman, líder de la comunidad de Maraban Kajuru. «No hubo muertos porque los aldeanos huyeron al bosque, pero sus animales se vieron afectados», según declaraciones de Usman.

No hubo muertos porque los aldeanos huyeron al bosque, pero sus animales se vieron afectadosStingo Usman, líder de la comunidad de Maraban Kajuru

Las fuerzas de seguridad nigerianas intentaron responder al ataque en Robuh una hora después de que comenzara, pero cambiaron de planes tras escuchar que los bandidos habían abandonado la ciudad con sus rehenes. «Los militares decidieron entonces reunirse con los bandidos en la estación de Kutura, pero abandonaron ese esfuerzo debido al mal estado de las carreteras», declaró Usman.

Los bandidos Fulani

Los ataques forman parte de una campaña sistemática de los grupos de bandidos Fulani para obligar a los agricultores, mayoritariamente cristianos, a abandonar sus tierras en el sur de Kaduna.
«El Comité Internacional sobre Nigeria cree que los militantes Fulani tienen una estrategia de ataque para infundir miedo, provocar desplazamientos y permitir la ocupación de las granjas cristianas», dijo Kyle Abts, director ejecutivo del Comité Internacional sobre Nigeria (ICON). El objetivo es impedir que estos agricultores generen una cosecha y un salario. «Después de abandonar la zona, estas tierras volverán a ser ocupadas por los pastores Fulani y sus familias», dijo Abts.
Los analistas del Consejo de Relaciones Exteriores atribuyen la oleada de ataques contra las iglesias cristianas a la «violencia comunal», y los informes del Departamento de Estado de EE.UU. la atribuyen a «enfrentamientos por los recursos de tierra y agua».

Ataques anteriores en la zona

El pasado domingo, un comando terrorista compuesto por varios hombres armados y en motocicletas atacó a los fieles de dos iglesias nigerianas durante la celebración de la misa matutina, disparando al azar. Se trata de la iglesia católica de San Moisés y la iglesia evangelista bautista de Maranatha. En el transcurso de los distintos tiroteos, tres fieles católicos fueron asesinados, mientras que 36 personas fueron secuestradas por los terroristas. Según ha confirmado Jonathan Asake, cabeza de Southern Kaduna Peoples Union (SOKAPU), entre los secuestrados se encuentran 31 mujeres y cinco hombres.
Además, Rubuh fue atacado el 5 de enero de este año, así como el 27 de abril de 2020. Hay que recordar también que este ataque se produce dos semanas después de que 40 cristianos murieran en un atentado contra una iglesia católica el domingo de Pentecostés.
En el ataque del pasado 5 de junio, hombres armados, posibles extremistas islámicos, abrieron fuego contra los fieles católicos que asistían a la misa de Pentecostés en la iglesia católica de San Francisco Javier de Owo, en el estado de Ondo, en el suroeste de Nigeria.