Fundado en 1910

23 de abril de 2024

Enrique VIII y su segunda mujer Ana Bolena

Enrique VIII y su segunda mujer, Ana BolenaWikimedia Commons

Así nació la Iglesia anglicana y estas son sus diferencias con la católica

En el contexto de la Reforma que inició Lutero en 1517, el rey Enrique VIII de Inglaterra fundó su propia iglesia en 1534

En 1517 Lutero colgaba sus 95 tesis que provocaron la ruptura en el seno de la Cristiandad. A partir de entonces fueron muchos los europeos que se sumaron a la reforma y fundaron sus propias iglesias nacionales, en contraposición de la catolicidad de la Iglesia de Roma.
Uno de esos europeos que se sumó a la reforma fue Enrique VIII de Inglaterra, que rompió con la Iglesia Católica oficialmente en 1534. La ruptura surge tras la negativa del Papa Clemente VIII de anular el matrimonio del rey inglés con Catalina de Aragón. En un principio, Enrique VIII pretendía mantener una iglesia similar a la católica pero independiente, y así poder casarse por segunda vez, dejando a Catalina por Ana Bolena de quien también se separaría; tuvo en total seis mujeres.

Diferencias y similitudes

A pesar de ser una iglesia reformada, los anglicanos mantienen ciertas similitudes con los católicos, por ejemplo, aceptan la tradición apostólica y mantienen el credo de los apóstoles y el de Nicea.
Además los anglicanos también veneran y respetan a la Virgen como madre de Dios, pero no creen en los dogmas. Por otro lado también creen en los santos, pero no en su devoción, es decir, no les rezan ni les representan.
Por supuesto, no creen en la primacía del Papa de Roma, siendo la cabeza de la iglesia anglicana quien ocupe el trono de Inglaterra. A día de hoy la cabeza de la Iglesia de Inglaterra es Carlos III de la familia Windsor, tras la reciente muerte de la reina Isabel II, que ostentó el cargo durante más de 70 años. Pero su estructura interna es bastante parecida a la católica, ya que cuentan con Episcopados.
Su liturgia y tradición se basan, a parte de la Biblia, en el «libro de oración común» y en los treinta y nueve artículos.
Otra gran diferencia con los católicos es la justificación a través de la fe. Como creía Lutero, para recibir la salvación de Cristo sólo es necesario creer en Dios y arrepentirte de tus pecados.
Sin embargo, ese arrepentimiento es 'personal' ya que no creen en el sacramento de la penitencia. Los anglicanos originalmente sólo creen en los sacramentos del bautismo y de la eucaristía por ser lo únicos «sacramentos del evangelio» que ordenó Jesucristo.
En ese sentido, el artículo XXV de los treinta y nueve establece que los otros cinco sacramentos «no deben contarse para los sacramentos del Evangelio, ya que han crecido en parte por el seguimiento corrupto de los Apóstoles, en parte son estados de vida permitidos en las Escrituras; pero sin embargo no tienen como naturaleza los sacramentos con el Bautismo y la Cena del Señor, porque no tienen ningún signo visible o ceremonia ordenada por Dios».
Por tanto, tampoco creen en el magisterio de la Iglesia ni en su tradición. Creen, como la mayoría de los protestantes, en lo que mana exclusivamente de la Biblia y lo que cada uno interprete a través de su propia razón.
Una de las diferencias más llamativas para un católico es que los sacerdotes anglicanos no tienen voto de celibato y se pueden casar y tener hijos.
En cuanto al matrimonio, los anglicanos además de permitir el matrimonio homosexual, no es necesario estar bautizado para recibir el matrimonio, y evidentemente está permitido el divorcio.
Dentro de la propia iglesia anglicana hay «sectores» diferenciados, por ejemplo dentro de la iglesia anglicana «liberal» aceptan el sacerdocio femenino.
Algunos sectores de la Iglesia anglicana se han acercado a un protestantismo más 'puro', por ejemplo, adoptando modelos de predicación carismática del protestantismo pentecostal en algunas comunidades. Otros sectores, sin embargo, mantienen una liturgia más tradicional.
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