Poesía de Navidad
Así plasmó el Rey Sabio los siete gozos de la Virgen en sus 'Cantigas de Santa María'
En cuatro estrofas Alfonso X ensalzó a la Señora por haber sido elegida por Dios, se recuerdan las palabras del arcángel Gabriel en la Anunciación, se habla de la llegada a Belén y se hace referencia al canto de los ángeles en la noche de Navidad y a la visita de los tres Reyes Magos
por la señora honrada
en la cual quiso Dios hacerse carne
bendita y sagrada
para darnos gran soldada
en su reino y darnos en herencia,
como [a miembros] de su mesnada,
una vida prolongada
sin que tengamos que pasar
otra vez por la muerte.
Por eso quiero empezar
por cómo fue saludada
por Gabriel, cuando le dijo:
«Bienaventurada
virgen, de Dios amada,
del que habrá de salvar el mundo,
ahora quedas preñada,
lo mismo tu pariente
Isabel, que tuvo dudas,
[por eso] está ahora avergonzada».
Y además, quiero recordar
cómo llegó cansada
a Belén y [cómo] fue a alojarse,
como mujer pobre,
en el portal de la entrada,
donde seguidamente parió
a Jesucristo y lo acostó,
allí donde echan la cebada,
y [cómo] tomó aposento
entre los animales de labranza.
Y no quiero olvidar
cómo los ángeles, cantando
alabanzas a Dios cantaron,
y «Paz en la tierra»;
ni cómo el lugar
a los tres reyes en Ultramar
les mostró la estrella,
por lo que sin demora
vinieron a entregar su regalo
extraordinario y precioso.