Grupo de participantes en una actividad de «Lazos de Caná»
Lazos de Caná: la pastoral para solteros católicos que no para de crecer
«En misa se reza por los noviazgos, por los matrimonios, pero no por los solteros. Estamos un poco olvidados», ha confesado Natalia, una de las coordinadoras de la iniciativa en Madrid
Hace un año y tres meses todo era una simple idea que parecía imposible llevarse a cabo. Hoy, Lazos de Caná se consolida como la nueva pastoral para católicos solteros que ya cuenta con casi 600 personas en sus grupos de WhatsApp.
El fundador y coordinador general es Juanjo Rodríguez, quien veía la necesidad de crear un apostolado específico para solteros, ya que sentía que no se les tenía en cuenta dentro de la Iglesia.
La idea de Lazos de Cana surgió cuando Juanjo conoció a un chico que estaba casado con una colombiana y le contó cómo se conocieron. «La chica, junto a otras amigas solteras, estaban buscando a alguien para casarse de forma católica y le preguntaron curiosamente a una monja. Ésta les recomendó acudir a 40 misas y hacer 14 vigilias», confesaba entre risas Natalia Piorno, una de las coordinadoras de la pastoral en Madrid y con la que hemos tenido la oportunidad de hablar. Finalmente, las plegarias de estas cuatro amigas fueron escuchadas y todas ellas acabaron casándose.
De izquierda a derecha: Natalia, Juanjo y Diana, fundador y coordinadores de Lazos de Caná
«Juanjo se dio cuenta de que había muchas pastorales para familias, jóvenes, matrimonios, o incluso para enfermos, pero nada para los solteros. Los solteros parece que no existamos», expresaba Natalia.
Lazos de Caná cumplió un año el pasado mes de enero y tras el éxito en Barcelona en sus primeras reuniones, vieron la necesidad de ampliarlo por más partes de España. Así ha sido. Llevan en Madrid desde noviembre y acaban de abrir un grupo en Valencia en el que siguen buscando parroquia que les acoja.
Se encuentran en la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en el barrio de Chamberí de Madrid. «La primera reunión tuvo una acogida muy buena, nuestro aforo era de 80 personas y hasta hubo personas que se quedaron sin plaza, no cabíamos más», aseguraba.
Una adoración en Lazos de Caná
Las reuniones son mensuales y constan de una hora de adoración, una eucaristía, una formación con distintos ponentes y un pequeño aperitivo, donde tienen tiempo para conocerse y crear amistad. Además de estas citas mensuales, hacen otros planes y actividades culturales como rutas, excursiones o retiros.
«Esto hacía falta. Es difícil encontrar a alguien que comparta tus valores. La gente busca conocer a alguien y saber hacerlo bien. Y por eso es importante formarse». Natalia sostiene que lo gratificante de esta experiencia es «darle continuidad», pues cada mes van ponentes que tratan temas diferentes. Se han tratado temas como qué es el matrimonio, la fidelidad o la comunicación, siempre impartidos por grandes ponentes como el padre Antonio María Domenech o el padre Patxi Bronchalo, además de varios especialistas en sus áreas como Fernando Poveda, Tasio Pérez o Pep Borrell, que vendrán en los próximos meses.
Formación y coloquio durante una de las reuniones
Además, Natalia reconocía que la mayoría de las plazas son ocupadas por mujeres: «Nos hacen falta chicos, parecen que tengan miedo». Sin embargo, se sorprendía de como todo sale de manera fácil y bien. «Necesitamos a un músico, lo escribimos y acepta. O por ejemplo, el otro día, mi compañera Diana sale de misa y hay una chica con un grupo de gente haciendo una ruta de iglesias por Madrid. Justo lo que necesitábamos para que saliese adelante la actividad de la ruta. Sale todo muy rodado».
En cuanto al éxito de esas quedadas, en Madrid, Natalia, no tiene constancia de que haya ninguna pareja. «La gente al principio es muy discreta, no se atreve a decir nada hasta que no llevan un poco más de tiempo», expresaba Natalia. Por otro lado, en Barcelona, según Juanjo, hay dos parejas que se conocieron en Lazos de Caná, exactamente en el retiro que se organizó del 30 de septiembre al 1 de octubre del 2023.
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