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Los padres Federico Highton y Javier Olivera Ravasi, fundadores de OGP

Los padres Federico Highton y Javier Olivera Ravasi, fundadores de OGPInstagram

San Elías, la orden nacida en 2015 en el Tibet para evangelizar «a los que nunca han sido evangelizados»

«Predicamos en la sabana, el hielo, la selva o las montañas», señalan los dos sacerdotes argentinos fundadores

Con casi total seguridad, se trata de la única congregación religiosa en la historia que ha nacido en plena meseta tibetana. Y es que, dos mil años después, quedan muchos lugares en el mundo donde jamás han oído hablar de Cristo. Por eso, hace apenas una década, dos sacerdotes argentinos, Federico Highton y Javier Olivera Ravasi –muy conocido por sus intervenciones en redes sociales, donde cuenta en YouTube con casi 450.000 seguidores–, fundaron la Orden San Elías, una sociedad de vida apostólica de derecho diocesano pro missionibus, que forma parte de Omnes Gentes Project (OGP), donde están incluidos los laicos.

«Los misioneros del Omnes Gentes Project anuncian el Evangelio donde nunca fue anunciado antes y donde no hay almas católicas. Para ello, enviamos misioneros a tierras de misión que ganan almas para Jesucristo y trabajan para ser santos», explican los promotores en su web. Y refieren una ilustrativa anécdota: «En una de nuestras expediciones en Malawi, después de predicarle al jefe de una aldea, éste se convirtió y, con él, toda la aldea. Inmediatamente donó un terreno, especificando que quería que fuese para la construcción de una iglesia católica». «El padre Federico elaboró el acta, y allí el jefe firmó la donación del terreno, y se la entregamos al obispo. El terreno ya está. Los nativos quieren tener a Dios entre ellos. Ahora falta construir una capilla», agregan.

El padre Federico, en su misión de Malawi

El padre Federico, en su misión de Malawi

Ése es el estilo de OGP: llegar adonde un misionero nunca ha pisado antes, o allá donde el cristianismo se ha perdido por la persecución. «Busca ser una congregación donde se pruebe hasta el fondo el gusto de la misión (Evangelii Gaudium, 81), se busque la felicidad eterna de los demás como la busca Dios (cfr. EG, 92) y se salga 'realmente a buscar a los perdidos' y 'a las inmensas multitudes sedientas de Cristo' (EG, 95), aun cuando no sepan que lo están», prosiguen.

Más de 637 pueblos paganos

«El nombre de 'San Elías' proviene de nuestra admiración al heroico espíritu del santo profeta quien, con su celo y predicación incansable, fue un misionero de fuego», subrayan. Y eso lo tratan de conseguir evangelizando por ahora en el norte de Malawi –una región rural que comprende más de 104 aldeas y 14.000 almas–, y mediante las misiones itinerantes en las periferias más remotas de la Tierra. «Buscamos ganar almas para Jesucristo en contextos desafiantes de paganismo completo, idolatría, poligamia o entornos hostiles», explican.

"La última misión, Malawi", uno de los vídeos que han grabado para mostrar su labor

«La última misión, Malawi», uno de los vídeos que han grabado para mostrar su labor evangelizadora

«Existen más de 637 pueblos paganos donde nunca fue anunciado Nuestro Señor Jesucristo», lamentan, y por eso están dispuestos a «predicar en la sabana, el hielo, la selva o las montañas». Para eso, además, piden voluntarios: «Primero, con tus oraciones; segundo, con tus talentos y tiempo, y tercero, con tus donaciones monetarias o materiales», concluyen.

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