
El obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, monseñor Ángel Javier Pérez Pueyo
Pérez Pueyo: «Hay que regularizar Torreciudad. Era un oratorio, pero aparece a ojos de todos como santuario»
El obispo de Barbastro-Monzón manda un contundente mensaje al Opus Dei: «Ninguna institución, por numerosa, relevante o significativa que sea, puede usurpar la devoción popular de un pueblo»
El obispo de Barbastro-Monzón (Huesca) sigue adelante con su plan para «regularizar Torreciudad canónica, jurídica y pastoralmente». En una entrevista concedida al programa Calle Mayor, de Onda Cero Cinca, y recogida en la revista Somos Litera, monseñor Ángel Javier Pérez Pueyo se ha referido al espinoso tema del santuario de Torreciudad (últimamente denominado «complejo» de Torreciudad) asegurando que «llevamos cuatro años con este tema y sobre todo en silencio». Según señala en la entrevista, «en todo momento, lo que hemos buscado ha sido el bien de la prelatura [el Opus Dei], de Torreciudad y de la Iglesia en general». Pese a ello, el prelado le envía un mensaje a la prelatura: «Que quede clara una cosa: ninguna institución, por numerosa, relevante o significativa que sea, puede usurpar la devoción popular de un pueblo».
El desencuentro surgió hace cuatro años, cuando se hizo necesario actualizar el acuerdo que existe entre la diócesis y el Opus Dei sobre la gestión del santuario (o complejo). Lo cierto es que, desde tiempos inmemoriales, existía en el lugar una arruinada ermita que la prelatura se encargó de restaurar íntegramente, además de construir un gigantesco y magnífico templo y una residencia en la misma zona, que siempre se ha conocido como el santuario de Torreciudad. La imagen de la Virgen fue trasladada a este nuevo enclave, donde permanece. A eso, sin duda, se refiere monseñor Pérez Pueyo cuando lanza la contundente acusación de «usurpar la devoción popular de un pueblo».
«Nosotros lo único que hemos pretendido es regularizar Torreciudad canónica, jurídica y pastoralmente. Porque canónicamente era un oratorio y, sin embargo, aparece a ojos de todos como un santuario. Hay que actualizar con unos nuevos estatutos esa situación», reclama el obispo de Barbastro-Monzón. Pese a que las dos partes han mostrado reiteradamente su voluntad de llegar a un acuerdo («por nuestro lado siempre hemos tendido la mano», insiste monseñor Pérez Pueyo en la entrevista) el Papa Francisco nombró hace unos meses a monseñor Alejandro Arellano Cedillo como comisario plenipotenciario para tomar una decisión sobre Torreciudad. «Si queremos trabajar en una Iglesia sinodal, tenemos que ir todos en esa misma dirección, y el Papa es lo que pretende», agrega el obispo.
Casi 200.000 visitantes
Se espera que, en los próximos meses, el Vaticano decrete su veredicto final sobre Torreciudad. Lo cierto es que, además de tratarse de un lugar de devoción popular de la comarca, el Opus Dei se encuentra muy vinculado a él. Fue, de hecho, su fundador, San Josemaría Escrivá de Balaguer, quien auspició la construcción del santuario, y la prelatura quien la costeó íntegramente. Además, Torreciudad atrae a 185.000 visitantes cada año, generando un impacto económico en la zona de 97 millones de euros.
Según un informe de la Cámara de Comercio
Torreciudad genera un impacto económico anual en Aragón de 97 millones de euros
Monseñor Pérez Pueyo es consciente de que estas cifras caerían drásticamente si el Opus Dei abandonara el complejo, y que su diócesis no tiene capacidad para asumir su gestión. Él mismo reconocía, en la misma entrevista, que «cuando llegué hace diez años tenía 80 sacerdotes; hemos enterrado a 40; de los otros 40 que nos quedan, 20 están enfermos o en residencias». «O nos movemos de la zona de confort donde siempre nos hemos movido, o el último que apague la luz», subrayaba.