200 sillas de ruedas vacías fueron usadas durante el evento contra el suicidio asistido
«No me mates»: 200 sillas de ruedas vacías para denunciar el drama del suicidio asistido en Italia
Representaron simbólicamente a los enfermos, discapacitados, ancianos y ciudadanos frágiles a quienes se ofrecen «cínicos atajos hacia la muerte»
«No me mates». Con este eslogan, la asociación Pro Vita & Famiglia organizó el pasado 4 de noviembre en la Piazza del Popolo de Roma un «flash mob [una acción colectiva breve y de impacto visual en un espacio público] contra la deriva eutanásica y los proyectos de ley sobre el suicidio asistido».
En la emblemática plaza del centro histórico, 200 sillas de ruedas vacías con un globo rojo atado representaron simbólicamente a los enfermos, discapacitados, ancianos y ciudadanos frágiles que piden al Parlamento más cuidados, más derechos, más dignidad, pero a quienes se les ofrecen «cínicos atajos hacia la muerte», señala el comunicado de prensa.
La asociación denuncia que los cuidados paliativos solo llegan al 33 % de quienes los necesitan, con regiones italianas que caen a un alarmante 4 o 5 % de cobertura. Italia, afirman, ha comenzado una «deriva hacia el suicidio asistido que podría conducir a una verdadera masacre, sancionada por el Estado, de los enfermos, los ancianos que viven solos, los deprimidos y las personas con discapacidad».
Antonio Brandi, presidente de Pro Vita & Famiglia, advirtió que las sentencias del Tribunal Constitucional han abierto la puerta a considerar el suicidio asistido como «un servicio social y sanitario más».
«Una experiencia devastadora»
El flash mob contó también con el apoyo de Massimo Gandolfini, líder de la asociación Family Day, quien subrayó que la experiencia de los trece países que han legalizado la muerte médicamente asistida es «devastadora», con un crecimiento imparable de casos que alcanza incluso a jóvenes con depresión. Reclamó, en su lugar, la plena aplicación de la Ley para garantizar cuidados paliativos accesibles.
Entre los participantes intervino asimismo Emanuel Cosmin Stoica, escritor y activista con discapacidad. Recordó que la tentación de la muerte puede aparecer en momentos de sufrimiento, pero «es precisamente entonces cuando la sociedad debe ayudar a las personas a vivir y no ofrecer el suicidio como una salida al dolor». Además, insistió en que «el Estado debe invertir en asistencia, apoyo psicológico, inclusión y redes sociales que no dejen a nadie solo».