El cardenal Ricardo Blázquez
El cardenal Ricardo Blázquez se despide en Valladolid después de 34 años de ministerio episcopal
El arzobispo de Valladolid será sustituido por Luis Argüello tras doce años en la diócesis
El cardenal Ricardo Blázquez, hasta ahora arzobispo de Valladolid, se ha despedido en la catedral de la ciudad antes de la llegada de su sucesor, Luis Argüello. Los ha hecho con una Eucaristía marcada por el agradecimiento: «Al mirar hacia atrás reconozco que soy deudor de tantas personas. Agradezco la vida y la actividad pastoral desarrollada por los presbíteros, diáconos, religiosos, consagrados y laicos», confesaba en su homilía.
Blázquez, de 80 años, finaliza su ministerio después de 34 años como obispo, los doce últimos en Valladolid. Esa labor comenzó en 1988 como obispo auxiliar de Santiago, continuó, ya como titular en Palencia y después en Bilbao.
En su despedida, ante una catedral abarrotada por centenares de fieles, ha recordado su paso por la Conferencia Episcopal, que presidió durante dos etapas, así como su estrecha colaboración con los papas Benedicto XVI y Francisco, quienes le encomendaron delicadas misiones durante la presencia del cardenal en algunas de las congregaciones vaticanas de las que formó parte.
De su etapa en Bilbao, donde el 14 de julio de 1997 ofició el funeral de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua asesinado por ETA después de dos días de secuestro, ha recordado que «con la colaboración de muchas personas generosas» pudo desarrollar «con serenidad» su labor pastoral «en medio de las pruebas iniciales» y «compartiendo los sufrimientos del Evangelio».
Ricardo Blázquez estrena «nueva etapa» en su vida como sacerdote jubilado. Se asentará en Ávila hasta que, como el mismo ha pedido, vuelva a Valladolid, «cuando Dios quiera», para ser enterrado en su catedral.
Nuevo obispo de Valladolid
La próxima semana tomará posesión como arzobispo de Valladolid Luis Argüello. El hasta ahora obispo auxiliar fue nombrado por la Santa Sede para sustituir a Blázquez. Actualmente, Monseñor Argüello es secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal.
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