Un selfie en comunidad
Un estudio revela que los jóvenes quieren mayor protagonismo dentro de la Iglesia
La directora del Observatorio Blanquerrna de Comunicación, Religión y Cultura, Miriam Díez Bosch, comparte con El Debate las conclusiones (en ocasiones sorprendentes) de un estudio sobre los jóvenes cristianos en España.
¿Por qué no hay jóvenes en la Iglesia? Esta pregunta tiene ahora una respuesta. Los jóvenes cristianos, revela un estudio realizado en la península ibérica, piden a la Iglesia, en primer lugar, ser escuchados y, en segundo lugar, ser protagonistas de las iniciativas pastorales dirigidas a sus coetáneos.
Esta es la conclusión más significativa a la que llega la investigación realizada por el Observatorio Blanquerna de Comunicación, Religión y Cultura, con el título «Mapa de necesidades, recursos existentes y buenas prácticas en pastoral para la formación de los jóvenes en España y Portugal».
En declaraciones a El Debate, directora del Observatorio Blanquerna de Comunicación, Religión y Cultura revela: «Los jóvenes no quieren solo estar en Misa y cantar canciones bonitas. Quieren ser escuchados para tomar decisiones y ser protagonistas de la Iglesia. No son un gueto, sino una fuerza espiritual muy viva y con mucha riqueza».
El informe, encargado por la Fundación Porticus Iberia, ha rastreado 380 portales web de instituciones de pastoral juvenil de España y ha realizado una treintena de entrevistas a jóvenes y líderes de pastoral juvenil.
Miriam Diez Bosch, doctora en Ciencias Sociales por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, constata que, en la era de TikTok, Instagram y ChatGPT, «para los jóvenes la evangelización pasa por lo digital, pero no sustituye lo presencial».
Jóvenes de misión
La creatividad de los jóvenes cristianos
Los jóvenes cristianos, revela, «pueden ser creativos con pocos recursos, como demostró la pandemia». «En España, durante ese período, se crearon iniciativas como peregrinaciones y retos, propuestos por la Delegación de Pastoral Juvenil de Calahorra y la Calzada-Logroño. Se lanzaron podcasts para dar a conocer qué dice el Papa Francisco en la exhortación dirigida a los jóvenes Christus Vivit, iniciativa de la Delegación de Pastoral Juvenil de la Archidiócesis de Santiago de Compostela».
Entre las iniciativas que menciona la doctora Díez Bosch destaca «programas como la serie Por muchas razones, del CEU y la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), o el Escape Room bautizada La duda de Pilato, promovida por la Delegación de Pastoral Juvenil de la Archidiócesis de Barcelona».
Díez Bosch, quien es también directora de la nueva Cátedra de Libertad Religiosa y de Conciencia que alberga la Universidad Ramon Llull de Barcelona, reconoce que «estas iniciativas, junto a Hakuna, el LiveGiving Fest de la Delegación de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Ávila o la Escuela de Rap de la misma diócesis son muestras de la vitalidad católica juvenil». «La Escuela de Rap, por ejemplo, se organizó con el rapero Grilex, y constituye una manera de compartir con sus letras el Evangelio y la esperanza», subraya.
Otra iniciativa surgida de la creatividad de los jóvenes cristianos es la «Tabor Conference», menciona, «un encuentro promovido por la archidiócesis de Barcelona en el que se sigue el ejemplo de ‘subir’ a la montaña del Tabor para encontrar a Jesucristo».
«Estamos ante una enorme oportunidad para la vida parroquial –afirma la directora del Observatorio Blanquerna–, pero los jóvenes quieren sus condiciones. Es verdad que se pueden apuntar a iniciativas más clásicas, pero son muy creativos cuando les dejas que se organicen ellos».
Joven en oración
Más afecto y menos realidad virtual
Contrariamente a lo que pudiera parecer, los jóvenes prefieren el contacto personal a la relación digital. «Quieren abrazos y cariño», confirma Díez Bosch, vicedecana de Investigación e Internacionalización de la Facultad Blanquerna de Ciencias de la Comunicación y Relaciones Internacionales.
El 69,6 % de los jóvenes analizados por el estudio muestra su preferencia por iniciativas de encuentro en formato presencial. Se acabó la idea de esperar a que los jóvenes se acerquen a la Iglesia: «No podemos organizar algo y quedarnos esperando a que vengan, porque no van a venir. Hay que ir a buscarlos con sus intereses, sin asustarlos, y darles propuestas muy personales, individualizadas», considera Díez Bosch.
«No se puede dejar todo en manos del típico cura joven y simpático, porque son pocos y se queman –constata la directora del estudio–. Cada persona en la Iglesia es la responsable de la evangelización».
En este sentido, «faltan recursos humanos en la Iglesia», por lo que los adultos «deberían soltar más las riendas y permitir que los jóvenes se autogestionen», concluye la directora de Blanquerna. Las iniciativas «deben adaptarse al destinatario, y no al revés. Existe mucha riqueza en la Iglesia y hay oferta para todos».
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