Un trabajador en la línea de clasificación textil de la planta Koopera de Valencia
Cáritas invierte más de 130 millones de euros para generar empleo
A través de 68 iniciativas en 2023, la organización de la Iglesia ha creado más de 3.000 puestos de trabajo
«Nuestra mirada se sustenta en la realidad de las personas que atendemos todos los días en los proyectos». De esta forma, la coordinadora del equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española, Ana Heras, arrancaba a desgranar su actividad durante 2023. La organización de la Iglesia ha conseguido generar un total de 3.141 puestos de trabajo a través de sus diferentes iniciativas.
La Economía Solidaria, explicaba Heras, se basa en «buscar el bien común, por encima de los intereses individuales y protegiendo la dignidad de las personas». Un proyecto económico en el que todos tengan igualdad de oportunidades y «acceso de derechos» y que, igualmente, sea capaz de hacer un «uso responsable de los recursos, desde la defensa del cuidado de la creación».
«Oportunidades de un empleo digno»
Siguiendo estos principios, Cáritas Española ha llevado a cabo 68 iniciativas durante el pasado año, abarcando hasta 265 líneas de negocio, siendo la más relevante la actividad textil. A través de ellas crean programas de empleo, en los que tratan de formar y potenciar las competencias a personas en riesgo de exclusión, a la vez que acercarlas al mundo laboral.
La realización de estos proyectos ha supuesto una inversión de más de 136,8 millones de euros, siendo destinados 35 de ellos a los proyectos de inserción laboral. Más de 100 millones fueron a iniciativas de Economía Social para crear empleo protegido, procediendo «el 85% de la facturación por ventas» del resto de actividades. Estas cifras superan en un 16,4% las del año anterior. Para llevarlas a cabo también han precisado capital humano, contratando a 1.315 personas y contando con más de 2.000 voluntarios en todos los proyectos.
Un total de 68.065 han formado parte de los programas de empleo, piedra angular de la Economía Solidaria, de los que uno de cada cinco ha accedido a un trabajo. Más de 27.000 españoles y 40.000 extranjeros, siendo un 64% mujeres, son los que acuden a Cáritas Española para seguir formándose y tratar de incorporarse a un mercado laboral. Cada individuo trae consigo una situación única, normalmente condicionada por heridas, y que necesita superar cuestiones como su baja cualificación, la escasa experiencia laboral o los problemas de conciliación laboral para poder dar un vuelco a su vida. Ana Heras ha pedido a las empresas privadas facilitar la incorporación de quienes participan en los programas de inserción, ofreciendo «oportunidades de un empleo digno».
Escaparate de una tienda de Moda re- en Valencia
44 millones de kilos de ropa
El buque insignia de la economía social de Cáritas es la marca Moda re-. Su gerente, Manuel León, explicaba que recogen «el 44% por ciento del tejido textil de España, cerca de 44 millones de kilos». Esta iniciativa se lleva a cabo en colaboración de más de 40 Cáritas diocesanas, las cuales aglutinan a más de 1.400 trabajadores. De ellos, el 55% son puestos reservados a inserción social.
Además de tratar la ropa, haciendo más ecológico su reciclado o su desecho, Moda re- trata de dar mayor dignidad a quienes acuden necesitados de vestido. En los 141 puntos de ventas de España, donde se pueden comprar prendas de segunda mano en perfecto estado a precios muy bajos, estas personas pueden obtener la ropa que ellos elijan aportando un cheque simbólico con un valor, que previamente Cáritas les entrega. Ya no se cede un paquete cerrado con cualquier cosa, sino que tienen la oportunidad de seleccionarlas, probárselas y adquirirlas en un establecimiento como cualquier otro.
El gerente de Moda re- detallaba que, además de la función caritativa, han detectado dos grandes perfiles de compradores que acuden a los establecimientos de la marca: «el que busca la ganga y el concienciado medioambientalmente». Por su parte, Ana Heras ha reclamado la colaboración de la sociedad, que necesita ser consciente de las consecuencias de sus decisiones cotidianas «a la hora de comprar y consumir».
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