El santuario del Inmaculado Corazón de María se encuentra la esquina de la calle Ferraz con Marqués de Urquijo
El Inmaculado Corazón de María, un santuario histórico en el corazón de Madrid y un escenario de protestas
Desde el pasado 3 de noviembre, cientos y miles de personas se han concentrado ante la sede del PSOE, que se encuentra junto al santuario y los claretianos han hecho un llamamiento al diálogo, la convivencia y la reconciliación entre todos los españoles
El santuario del Inmaculado Corazón de María, situado en la calle Ferraz de Madrid, es un templo católico que pertenece a la Congregación de Misioneros Claretianos, fundada por san Antonio María Claret en el siglo XIX, hoy es la iglesia escenario de las protestas contra la amnistía.
El santuario tiene una larga historia que se remonta a 1905, cuando se colocó la primera piedra de la casa de los claretianos en la calle Buen Suceso, donde se construyó la primera iglesia, inaugurada en 1908. Esta iglesia fue destruida por las bombas durante la Guerra Civil, en 1936, y reconstruida en su actual ubicación, en la confluencia de las calles Ferraz y Marqués de Urquijo, gracias a la gestión del padre Eduardo Gómez, que consiguió que Regiones Devastadas financiara las obras.
Imagen de la fachada del santuario claretiano
El nuevo santuario se abrió al público en 1952 y desde entonces ha sido un centro de culto, evangelización y acción social, impulsado por personas como los padres Juan Postíus y José Dueso, que destacaron por su labor en la prensa católica, la dirección espiritual del seminario diocesano y la publicación de libros y revistas.
El santuario del Inmaculado Corazón de María, además de ser un lugar de referencia para los devotos de la Virgen y los seguidores de san Antonio María Claret, se ha convertido en los últimos días en un escenario de protestas contra la ley de amnistía que ha pactado el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con los partidos independentistas catalanes.
Desde el pasado 3 de noviembre, cientos y miles de personas se han concentrado ante la sede del PSOE, que se encuentra junto al santuario, para expresar su rechazo al acuerdo que consideran una traición a la unidad de España y al Estado de derecho.
Un hombre de Iglesia y de Estado
El santuario del Inmaculado Corazón de María, por tanto, se ha visto envuelto en una situación de tensión y conflicto que contrasta con su vocación de paz y fraternidad. Los claretianos que atienden el templo han manifestado su respeto por el derecho a la manifestación, pero también su preocupación por el clima de crispación y violencia que se ha generado en las inmediaciones de su casa. Asimismo, han hecho un llamamiento al diálogo, la convivencia y la reconciliación entre todos los españoles, siguiendo el ejemplo de san Antonio María Claret, que fue un hombre de Iglesia y de Estado, que supo conjugar su fidelidad al Evangelio con su servicio a la Corona y a la sociedad de su tiempo.
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