El padre Gabriele Amorth dedicó gran parte de si vida a la lucha contra el Maligno
León XIV reconoce el «necesario» ministerio del exorcista y anima a 300 sacerdotes a acompañar a los fieles poseídos
Casi 300 exorcistas participaron en el XV Congreso Internacional de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), fundada por seis sacerdotes entre ellos el célebre padre Gabriele Amorth, exorcista de Roma
Del 15 al 20 de septiembre, la Casa de espiritualidad 'Fraterna Domus', cerca de Roma, se convirtió en el epicentro del ministerio de exorcismo de la Iglesia. Casi 300 sacerdotes participaron en el XV Convenio Internacional de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), fundada por seis sacerdotes, incluido el famoso exorcista de Roma, el padre Gabriele Amorth, y que se celebra cada dos años.
En un mensaje firmado por el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, el Papa León XIV expresó su reconocimiento a quienes se dedican al «delicado y necesario ministerio del exorcista» y los animó a vivirlo «como ministerio de liberación y consuelo».
Subrayó, además, la necesidad de acompañar a los fieles «realmente poseídos por el maligno con la oración y la invocación de la presencia eficaz de Cristo, para que mediante el sacramental del exorcismo el Señor conceda la victoria sobre Satanás».
Discernir entre lo espiritual y lo psicológico
El padre Francesco Bamonte, vicepresidente de la AIE, leyó las palabras del Papa durante la apertura del congreso, marcado por una intensa agenda de ponencias y debates. Monseñor Karel Orlita, presidente de la AIE y exorcista en la República Checa, destacó la belleza de la comunión eclesial que sostiene este ministerio, firmemente arraigado en el Evangelio, y la importancia de la formación continua que la Asociación promueve dentro y fuera de Italia.
El congreso sirvió también para recordar la reciente aprobación de los nuevos Estatutos de la AIE por el dicasterio para el Clero, un respaldo institucional que llega en un momento en que la Asociación supera ya los mil miembros.
Entre los temas tratados, el subsecretario del dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, monseñor Aurelio García Macías, presentó la revisión del Ritual de los exorcismos, destacando tipos de acción diabólica extraordinaria, el rol del exorcista y la centralidad de Cristo en cada rito. Por su parte, el cardenal Arthur Roche presidió la Misa inaugural, recordando el acompañamiento de la Iglesia a los fieles que sufren por la acción del demonio.
La formación teológica y práctica se enriqueció con aportes interdisciplinarios. El padre John Szada, psicólogo y psicoterapeuta, abordó la complejidad de la naturaleza humana y subrayó la necesidad de un discernimiento que logre una visión unitaria, teniendo en cuenta tanto los síntomas psicológicos como los espirituales y apoyándose en los criterios diagnósticos modernos. De ahí, insistió, la importancia de evitar diagnósticos precipitados, permitiendo que la fe integre los instrumentos de evaluación que ofrece la ciencia.
Los peligros de la Nueva Era
Otros ponentes advirtieron sobre fenómenos espirituales engañosos. Monseñor Rubens Miraglia Zani alertó sobre las supuestas «almas errantes», destacando que muchas manifestaciones espectrales buscan impedir un discernimiento correcto sobre la acción del diablo.
Por su parte, el sacerdote francés Jean-Baptiste Vian abordó los riesgos del vudú, señalando su vínculo con prácticas mágicas y de sumisión, incluso de menores, y la necesidad de reconducir a los afectados hacia la gracia divina.
Además, el padre Andrés Esteban López Ruiz presentó los peligros de la Nueva Era, un movimiento sincrético que relativiza la moral cristiana y propone un sistema de creencias abierto, con repercusiones significativas en la sociedad posmoderna.