El arzobispo Zuppi es el presidente
Más de 40 asociaciones y la Iglesia, unidas para acabar con las cunas vacías en Italia
La sociedad civil crea una red para lograr un cambio cultural en torno a la natalidad
«La ayuda económica no basta, es preciso un cambio cultural para romper la tendencia en torno a la natalidad». Lo asegura el economista Leonardo Becchetti, de la Universidad Roma Tor Vergata, en un encuentro de la Red para la Jornada de la Natalidad. Se trata de una iniciativa en la que participan más de 40 asociaciones italianas, muchas de ellas católicas, para complementar y sostener el empeño político contra el invierno demográfico.
En Italia, como en España, el descenso de la natalidad es un hecho constante desde hace décadas. Los últimos datos de nuestros vecinos presentan un claro desequilibrio entre los cerca de 400.000 nacimientos al año, frente a unas 700.000 muertes. Y el problema, según el presidente del Instituto de Estadística Italiano, Gian Carlo Blangiardo, es que la tendencia no se frena y cada año tenemos unos 15.000 nacimientos menos que el anterior.
Un 25 de marzo para la natalidad
A juicio de Blangiardo, «el problema no es solo que haya menos jóvenes, sino que también está desapareciendo la red de relaciones que dan seguridad en caso de que surjan problemas. Si una persona no tiene hermanos y sus padres están separados, desaparece la red de atención social que, hoy día, es la familia». Por ello, este sociólogo italiano considera esencial «invertir en el capital humano. Es una preocupación de toda la sociedad, no solo del Estado, porque quienes vamos a pagar las consecuencias somos todos».
La Red para la Jornada de la Natalidad quiere llevar al debate público, a los medios de comunicación y al Parlamento, la situación de emergencia demográfica en Italia. Para ello, quieren que el 25 de marzo sea una fecha de sensibilización social y de celebración de la natalidad a nivel nacional. Además, han presentado diversas iniciativas para reforzar la familia y la natalidad, tanto a nivel nacional como municipal.
El individualismo lleva a la precariedad»
La Iglesia Católica respalda explícitamente este empeño social. No solo a través de numerosas organizaciones de fieles, sino directamente con la presencia en este foro del presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y obispo de Bolonia, el cardenal Matteo Zuppi.
Frente a quienes consideran que los jóvenes de hoy tienen más dificultades que nunca para tener hijos, Zuppi recordó que «muchos venimos de familias que nacieron cuando no todo lo tenían a favor, cuando las circunstancias eran peores que ahora, con menos seguridad, incluso después de una guerra. Pero eran más responsables». La clave, según el cardenal de Bolonia es que «no hacemos las cosas porque lo tenemos todo, sino porque no tenemos la motivación para superar los obstáculos. Dejar que te superen los obstáculos solo te hace más débil. A eso se añade que el mundo del trabajo no garantiza estabilidad hoy día».
Los hijos como riqueza de futuro
Ante esta cuestión «preocupante para toda la sociedad», en la que «el individualismo hace que todo sea más precario para los jóvenes», Matteo Zuppi aboga por «recuperar el gusto, el atractivo por la paternidad». Una causa en la que «la Iglesia debe encontrar un nuevo lenguaje para conectar con los jóvenes».
Por su parte, el economista Becchetti considera que es preciso «considerar a los hijos como una fuente de riqueza, aunque suponga una inversión de tiempo y dinero en el presente». En su opinión, es preciso fomentar un cambio cultural con las nuevas generaciones, para que sepan apreciar «el valor de los hijos y el valor de las relaciones en una sociedad. Relaciones que van desde la amistad, la fraternidad o el matrimonio y que son básicos para asegurar el futuro».
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