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28 de abril de 2024

Un hombre camina por una desierta iglesia del Santo Sepulcro, a 16 de octubre

Un hombre camina por una desierta iglesia del Santo Sepulcro, a 16 de octubreAFP

El Vaticano pide ayuda para Tierra Santa mientras las colectas caen un 25 %

El prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales ha informado de que la colecta del Viernes Santo irá destinada a 13 países

Los peregrinos ya no llegan a Tierra Santa. Sin ellos, tampoco hay donaciones, que son las que ayudan a mantener la vida de los santos lugares. Mientras, según ha comentado el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, «los habitantes siguen sufriendo y muriendo».
Este es el motivo de que el Vaticano haya decidido que parte de las donaciones del próximo Viernes Santo vayan a ser enviadas al lugar donde Jesucristo nació y murió. Gugerotti ha adelantado que el objetivo del Papa es llevar a cabo «un proyecto con fines humanitarios en Gaza o Cisjordania».
Esta campaña se elabora cada año para mostrar la «cercanía» del Pontífice y sostener los lugares «que han visto a Jesús». Así, tras elogiar el trabajo que allí llevan a cabo los franciscanos, que regentan los santos lugares, Gugerotti celebra también que los cristianos en la zona siguen «vivos y actuando a pesar de mil tragedias y dificultades, causadas a menudo por el egoísmo de los grandes pueblos de la tierra».
El prefecto señala que el estallido de la guerra en Gaza ha paralizado Tierra Santa. «La falta de peregrinos y turistas ha puesto en dificultades a miles de familias», continúa, tras lo que expone que desde el dicasterio siguen de cerca la evolución del conflicto y demuestran su cercanía a través de la delegación apostólica en Jerusalén, el patriarcado latino y la Custodia de Tierra Santa.
Muchos cristianos «no pueden más y abandonan los lugares donde sus padres y madres fueron testigos del Evangelio», afirma el cardenal. Su grito de ayuda, según Gugerotti, surge de Irak, Siria, Líbano y de «muchas otras tierras». Ante esto, el prefecto pide que la invocación no quede desatendida, para que el Papa pueda «apoyar a las Iglesias locales a encontrar nuevos caminos y oportunidades» para vivienda, trabajo, formación escolar y profesional«, porque si los cristianos se van y »si en Jerusalén y Palestina dejan sus pequeños negocios destinados a peregrinos que ya no van allí, Oriente perderá parte de su alma quizás para siempre".
La llamada colecta Pro Terra Sancta supone, gracias a la labor de la Custodia Franciscana, la «principal fuente de sustento de la vida que se desarrolla en torno a los Lugares Santos y el instrumento que la Iglesia se ha dado para estar al lado de las comunidades eclesiales de la Tierra Santa», dice Gugerotti. Las actividades que se pueden costear gracias a la recaudación del Viernes Santo van desde el mantenimiento de estructuras pastorales hasta educativas, asistenciales, sanitarias y sociales en los territorios de Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak.
En 2023, gracias a los donativos se llegó a los 6.571.893,96 euros que también se emplean en sostener a jóvenes seminaristas, sacerdotes y religiosos. El pasado año también se hizo frente a través de estos fondos a la emergencia causada por el terremoto de Turquía y Siria. De un presupuesto de un millón de euros, se pudieron beneficiar siete millones de personas.
El proyecto con fines humanitarios que el Papa Francisco tiene pensado para la zona y que podrá llevar a cabo con las «ofrendas de los fieles de todo el mundo» es «ayudar a la población a retomar una vida más digna y que pueda crear oportunidades de empleo una vez terminada la guerra».
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