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El Papa León XIV saluda este sábado al nuevo presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, el arzobispo francés Thibault Verny

León XIV saludando al presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, el arzobispo francés Thibault VernyEFE

El Vaticano quiere ir más allá de la compensación económica a víctimas de abusos: «Escucharles es el primer paso»

El segundo informe anual de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores aplaude la iniciativa española Repara, el proyecto establecido para apoyar a las víctimas y prevenir los abusos dentro de la Archidiócesis de Madrid

La Pontificia Comisión para la Protección de los Menores del Vaticano, el organismo creado por Francisco para combatir los abusos, ha dado a conocer este jueves, 16 de octubre, su segundo Informe anual sobre el impacto de las políticas y procedimientos de prevención de abusos en la Iglesia.

La presentación del informe ha estado a cargo de monseñor Thibault Verny, presidente de la Comisión; Maud De Boer Buquicchio, miembro y presidenta del Informe Anual; el obispo Luis Manuel Alí Herrera, secretario; y el profesor y jurista Benyam Dawit Mezmur.

«En cada edición del informe anual, compartimos las buenas prácticas, reflexionamos sobre los retos persistentes y discernimos los cambios necesarios que hay que llevar a cabo. En el camino, aspiramos a que la Iglesia sea cada vez más un hogar que proteja», afirmó monseñor Verny.

El informe presentado en el Vaticano examina las prácticas de reparación existentes en las iglesias locales y destaca la necesidad de ir más allá de la compensación económica a las víctimas. Propone incluir, entre otras medidas, el apoyo psicológico y la participación activa de las víctimas en el desarrollo de políticas y procedimientos de tutela dentro de la Iglesia.

Al respecto, Maud de Boer señaló en la rueda de prensa que escuchar a las víctimas «es el primer paso para lograr una Iglesia más segura para nuestros hijos», ya que estas «quieren sentirse escuchadas y validadas en sus experiencias». Añadió además que «nuestro estudio reveló que la Iglesia debe ampliar su comprensión de la reparación más allá de las compensaciones económicas, para avanzar hacia una verdadera sanación y justicia».

«Me ofrecieron 20.000 dólares, pero lo único que quería era una disculpa»

Este Segundo Reporte se centra especialmente en el pilar de la Reparación dentro del modelo estratégico de «Justicia y conversión». Dicho modelo funciona como un marco pastoral y teológico fundamental, compuesto por cuatro pilares interconectados: Verdad, Justicia, Reparación y Reforma institucional. En esta ocasión, el Reporte Anual dedica un estudio especializado al tercer pilar, entendido como la responsabilidad de la Iglesia de acompañar a las víctimas y sobrevivientes en su proceso de sanación.

El documento, que presenta las conclusiones y recomendaciones correspondientes al período de referencia del año 2024, subraya que la respuesta de la Iglesia ante el «flagelo de los abusos sexuales» debe estar en sintonía con la llamada constante del Papa argentino a una conversión continua. En este sentido, León XIV ha manifestado también «su profundo compromiso», según destacó Luis Manuel Alí Herrera.

Una de las conclusiones más críticas del informe es la identificación de desafíos persistentes para lograr una reparación comprensiva. Si bien algunas Iglesias locales en América, Europa y Oceanía han demostrado compromisos importantes, existe una dependencia excesiva en la compensación económica que suele ser una función limitada y a menudo insuficiente dentro de un enfoque integral de la reparación y la sanación.

«Como dijo uno de los participantes de nuestro grupo de discusión: 'Me ofrecieron 20.000 dólares, pero lo único que quería era una disculpa. Aunque se trata de la perspectiva de una sola persona, cito el testimonio de este participante para subrayar la importancia de que las reparaciones sean dinámicas y personalizadas para responder a las necesidades de las víctimas/supervivientes», señaló Maud.

En su lugar, el estudio especializado identifica prácticas específicas que la Iglesia debe adoptar como medios críticos de reparación, destacando la acogida y escucha en los centros destinados a garantizar que las víctimas sean oídas y creídas por las autoridades eclesiásticas; la provisión de servicios profesionales de apoyo psicológico; el reconocimiento y las disculpas públicas; la comunicación proactiva y transparente para ofrecer actualizaciones puntuales sobre los casos; y la inclusión de las víctimas y sobrevivientes en el desarrollo de las políticas y procedimientos de tutela de la Iglesia.

Reformas y transparencia obligatoria

El Reporte Anual ha condensado sus hallazgos en un futuro vademécum operacional sobre la reparación en un contexto eclesial, que agrupa «seis áreas que la Iglesia debe abordar para cumplir con sus obligaciones fundamentales para con las víctimas»: acoger y cuidar, ofrecer disculpas, apoyo espiritual y psicoterapéutico, apoyo económico, reformas institucionales y disciplinarias, e iniciativas de salvaguardia en la comunidad eclesial.

Entre las principales observaciones que exigen cambios institucionales, la Comisión destaca la importancia de establecer un protocolo simplificado para la dimisión o destitución de «líderes o personal de la Iglesia en casos de abuso o negligencia». También subraya la necesidad de comunicar públicamente las razones de la dimisión o destitución cuando estas estén relacionadas con estos casos, manteniendo la debida atención a la privacidad y a la presunción de inocencia.

Asimismo, propone el desarrollo de un mecanismo sistemático y obligatorio de denuncia basado en el ministerio de salvaguardia de las Iglesias locales. La Comisión ve en la sólida tradición eclesial de presentar informes periódicos una oportunidad para promover una mayor transparencia y responsabilidad, incluyendo las políticas de salvaguardia y su implementación.

El caso de la CEE

El informe de la Comisión señala que «España ha establecido un marco de colaboración entre la Conferencia Episcopal Española (CEE) y la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) para apoyar a las víctimas e implementar políticas sistemáticas de salvaguardia, incluida una red de oficinas de protección y enfoques integrales para abordar y reparar los abusos del pasado».

Asimismo, el documento destaca que en noviembre de 2023, la CEE anunció que indemnizaría a las víctimas de abusos sexuales, incluso en los casos en los cuales el perpetrador haya fallecido o haya prescrito. También aplaude la iniciativa Repara, el proyecto establecido para apoyar a las víctimas y prevenir los abusos dentro de la Archidiócesis de Madrid, ofreciendo acompañamiento psicológico, espiritual y jurídico.

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