La ciencia revela cuál es la causa principal por la que cuesta levantarse de la cama por las mañanas

A todo el mundo le ha pasado alguna vez que se le han pegado las sábanas de más, incluso después de una buena noche de sueño. A veces esto se vincula a una cuestión de vagancia. Pero los expertos lo contradicen y hablan de un trastorno con nombre propio y síntomas que muchos identifican con tener pocas ganas de salir de la cama.

Dysania o «el despertar difícil» es el nombre que recibe está afección. Hablamos de ella cuando resulta extremadamente difícil salir de la cama a pesar de haber dormido una cantidad decente de horas y haber tenido un sueño reparador. Ya no es solo encontrarse adormilado, es la imposibilidad de desprenderse de las sábanas para comenzar el día y pasarte toda la jornada esperando volver.

Se trata de un trastorno del ritmo circadiano, que es el reloj biológico interno del cuerpo que regula nuestros patrones de sueño y vigilia. Cuando el ritmo circadiano está desequilibrado, es más difícil para nuestro cuerpo ajustarse al cambio de sueño a vigilia y viceversa.

No se considera como una enfermedad en sí misma, por lo que no está catalogada como una patología en los manuales de trastornos del sueño. En cambio, se trata de un síntoma que puede indicar otros problemas relacionados con el sueño o con estados emocionales.

Por lo tanto, si una persona tiene una buena salud emocional y psicológica, y sigue una higiene del sueño adecuada, incluyendo horarios regulares de sueño, y aun así experimenta dynasia, esto puede ser indicativo de la presencia de una patología subyacente. Por lo tanto, es recomendable buscar la ayuda de un especialista para descartar cualquier problema de salud que pueda estar afectando el sueño.

Causas

La principal causa es la exposición a la luz artificial durante la noche. Nuestro cuerpo está programado para responder a a la luz natural del sol, que es la señal que indica al cuerpo que es hora de levantarse. Cuando se expone a ella durante la noche, como la que emiten los dispositivos electrónicos o las lámparas de mesilla, nuestro cuerpo puede confundirse y alterar el ritmo circadiano.

Otra causa puede ser la falta de sueño de calidad. Si no estas durmiendo lo suficiente o tu sueño no es reparador, puede ser más difícil despertarse por la mañana. También hay factores psicológicos que pueden contribuir a su desarrollo. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden interferir en nuestro sueño y hacer que sea más difícil despertar por la mañana.

Cómo lo podemos evitar

Hay varios métodos que podemos hacer para ayudarnos a despertar fácilmente. En primer lugar, es importante establecer un horario de sueño regular y cumplirlo, incluyendo los fines de semana. También podemos mejorar nuestro sueño teniendo una habitación oscura y tranquila, y evitando la exposición a la luz brillante antes de acostarnos.

Asimismo, se recomienda evitar el consumo de estimulantes después de las seis de la tarde y no realizar actividades físicas intensas antes de dormir. Es preferible no tener televisores, computadoras, tabletas o celulares en la habitación de dormir, para que sea un espacio exclusivo para el descanso y las relaciones íntimas.

También se recomienda eliminar la siesta de la tarde si se tiene luego problemas para conciliar el sueño durante la noche. Además, hacer ejercicio regular, meditación y relajación antes de acostarse permite una reducción del estrés, para así poder dormir mejor.