En la imagen, la cala del Moraig (Comunidad Valenciana)
España, en medio de una ola de calor: ¿qué debemos hacer para protegernos?
El aumento de la radiación y una exposición prolongada al sol pueden implicar riesgos significativos para nuestra salud
España se encuentra en una nueva ola de calor, temperaturas extremas, aumento de la radiación ultravioleta y consecuencias ante las que prepararse, se presenta como algo imprescindible. Ante esto, expertos de Doctoralia, comparten las pautas a seguir para prevenir y evitar su impacto.
Con veranos cada vez más tórridos, el riesgo de padecer problemas vinculados al calor, es más alto, especialmente en niños y mayores. La deshidratación, causada por la pérdida excesiva de líquidos, puede tener consecuencias graves. Además, el calor favorece la proliferación de bacterias en alimentos y agua, incrementando los casos de trastornos digestivos.
El doctor Alfredo Gil, nutricionista y miembro de Doctoralia, nos da algunas claves para combatir las altas temperaturas a través de la nutrición. Para ello, anota que es «muy importante» llevar a cabo una buena hidratación y acompañar las comidas con agua en vez de alcohol o refrescos. Así, garantiza que se debe tener en cuenta que la hidratación es «un aspecto fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo humano», ya que somos mayormente agua, y esta se emplea «en funciones esenciales para nuestro organismo como la regulación de la temperatura corporal, las funciones a nivel celular o la eliminación de residuos, entre otros».
Asimismo, prosigue el doctor, es muy recomendable que las comidas sean fáciles de digerir y evitar aquellas comidas más copiosas. Además, durante el verano, es aconsejable «ingerir alimentos frescos con un alto porcentaje de agua, vitaminas y minerales en su composición». Durante el período estival, al igual que el resto del año, se deben evitar «las grasas saturadas, la comida rápida o los ultraprocesados».
El cuidado de la piel
El aumento de la radiación y una exposición prolongada al sol pueden implicar riesgos significativos para nuestra salud, tales como:
Mayor riesgo de cáncer de piel (carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma)Envejecimiento prematuro de la pielQuemaduras solares (eritema)Daño ocularSupresión del sistema inmunológico
En este sentido, la doctora Carmen Orozco, colaboradora de Doctoralia, explica que el impacto de la radiación ultravioleta (UV) se intensifica no solo por la duración de la exposición solar, sino también «por su intensidad, especialmente entre los meses de junio y agosto». Además, recuerda, factores como la altitud, la presencia de superficies reflectantes como la arena o el agua, y las altas temperaturas, «potencian el daño solar.»
Ante esto, la experta comparte algunas recomendaciones clave para el cuidado de la piel:
Usar fotoprotector adecuado: utilizar un protector solar de amplio espectro (UVA y UVB), con un FPS mínimo de 30, con aplicación cada dos horas y tras cada baño o sudoración excesiva. Para pieles sensibles o claras, se recomienda un FPS de 50 o más.
Evitar la exposición solar en las horas centrales del día: entre las 12:00 y las 16:00 horas, la radiación alcanza su punto máximo. En lo posible, evita estar al aire libre durante ese intervalo, especialmente si no cuentas con sombra o protección física.
Protegerse con ropa y accesorios: la ropa con tejidos densos, gafas de sol homologadas con filtro UV y sombreros de ala ancha ayudan a reducir significativamente la exposición solar directa.
No confiarse en días nublados o con viento: hasta el 80 % de la radiación UV puede atravesar las nubes, y el viento puede reducir la percepción del calor sin disminuir el daño solar.
Hidratar la piel a diario: el calor favorece la deshidratación cutánea. Usa cremas hidratantes tras la exposición solar y bebe al menos 1,5 a 2 litros de agua al día para mantener la piel flexible y saludable.
Revisar la piel periódicamente: presta atención a la aparición de manchas nuevas o cambios en lunares existentes. Ante cualquier anomalía, consulta a tu dermatólogo. Una detección precoz salva vidas.
Por último, incide en que la protección solar no debe considerarse solo una medida estética, sino «una herramienta clave de prevención en salud pública». Cada verano, se registran miles de casos nuevos de enfermedades relacionadas con la exposición solar excesiva, muchas de ellas prevenibles con «una correcta educación y conciencia. Cuidar tu piel hoy es invertir en tu salud futura» concluye Orozco.