La Fundación Unoentrecienmil lanza la aplicación Aceleradora Unoentrecienmil
La app que permite a los niños con cáncer hacer ejercicio físico como parte de su tratamiento
La aplicación Aceleradora Unoentrecienmil, la primera que permite a niños con cáncer hacer ejercicio físico guiado
La Fundación Unoentrecienmil, centrada en el impulso de la investigación contra la leucemia infantil, ha lanzado una nueva herramienta digital orientada a mejorar la calidad de vida de los niños que padecen cáncer. Se trata de la aplicación móvil Aceleradora Unoentrecienmil, diseñada para que los menores puedan continuar con su rutina de ejercicio físico desde casa, bajo supervisión profesional y sin interrumpir el tratamiento complementario prescrito.
La aplicación nace como una extensión del proyecto Aceleradora Unoentrecienmil, una iniciativa que la fundación puso en marcha hace tres años en el Hospital Universitario La Paz de Madrid. Este programa integra el ejercicio físico dentro del tratamiento oncológico pediátrico, siempre pautado por el oncólogo y dirigido por un terapeuta. Numerosos estudios avalan los beneficios del deporte en estos pacientes, tales como una mejor respuesta del sistema inmunológico, protección cardiovascular y una reducción del 17 % en los días de hospitalización.
La nueva herramienta digital pretende facilitar la adherencia al entrenamiento personalizado que cada niño recibe en la Aceleradora. Así, en los periodos en que deben permanecer en casa, podrán seguir con sus ejercicios sin perder la conexión con su terapeuta, lo que permite una continuidad terapéutica esencial. La aplicación, diseñada específicamente para ellos, está restringida a su uso exclusivo y tiene como objetivo consolidar hábitos de vida saludable desde edades tempranas.
Una de las particularidades más destacadas de la aplicación es la gamificación del proceso terapéutico. A través de una narrativa adaptada, los menores descubren una historia que se va desarrollando conforme cumplen sus entrenamientos. Cada actividad está pautada y registrada por el terapeuta, asegurando que el proceso se mantenga controlado y adaptado a las condiciones de cada paciente. La implantación de la aplicación se está haciendo de manera progresiva y se prevé que en noviembre esté disponible tanto en Google Play como en la App Store.
Según explicó Elena Huarte-Mendicoa, directora de la fundación, «esta aplicación estaba pensada desde el principio de la creación de la Aceleradora Unoentrecienmil». Añadió que, además de facilitar la labor de los terapeutas, permite recopilar datos fundamentales para el estudio científico que sustenta el proyecto. En sus palabras, «usamos la tecnología para mejorar la calidad de vida de los niños. En este caso, la tecnología ayuda a niños y niñas, en condiciones de salud difíciles, a hacer ejercicio, todo lo contrario de lo que se ha hecho hasta ahora».
En la práctica, cada niño que entra en el programa recibe un código personal con el que puede descargar la aplicación y acceder a sus ejercicios personalizados. Además de ver sus entrenamientos y consultar con los fisioterapeutas, pueden reservar sesiones presenciales cuando lo necesiten. Los padres, por su parte, tienen acceso a los informes de rendimiento y evolución de sus hijos.
La aplicación ha sido testeada con menores de distintas edades y se ha adaptado a sus diferentes formas de interacción. Para los más pequeños, el diseño visual y las ilustraciones resultan clave; los de edades medias se sienten motivados por la historia narrativa, mientras que los adolescentes se interesan especialmente por los datos de esfuerzo y mejora personal. Esta segmentación permite que cada paciente conecte de forma distinta pero igualmente efectiva con la herramienta.
Tecnología, salud y pedagogía
Aunque el proyecto se ha iniciado en Madrid, su desarrollo es escalable a todo el territorio nacional. Se trata de una propuesta que combina tecnología, salud y pedagogía, pensada para extenderse a todos los niños con cáncer en España.
Guillermo Blanco, responsable de Creatividad y Contenidos de la fundación, ha coordinado el desarrollo narrativo de la aplicación. Explica que la historia que acompaña a los pacientes parte de una vivencia común: «cuando te diagnostican un cáncer infantil, el mundo a su alrededor cambia». A partir de ahí, han creado un universo donde el tiempo se detiene y solo los niños pueden acelerarlo, convirtiéndose en protagonistas de su propia curación.
Una de las pacientes, Carlota, de 14 años, relata su experiencia: «La primera vez que entras, tú creas tu avatar personalizado, y te comprometes a un número de entrenamientos a la semana: 2, 3, 4… Después, día a día vas haciendo misiones (que son los entrenamientos, en la Aceleradora o en casa), y con cada misión recibes puntos para avanzar de mundo en mundo». Además, valora positivamente los retos diarios, que proponen actividades como dar un paseo o hacer ejercicios concretos.
El proyecto ha contado con el respaldo económico y técnico de entidades privadas como Nationale-Nederlanden y Samsung, así como con el apoyo institucional del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la Consejería de Familia, Juventud y Política Social. Esta colaboración público-privada ha permitido sostener un tratamiento que ya ha generado evidencias científicas sobre el papel beneficioso del ejercicio físico en el tratamiento del cáncer infantil.