Los riesgos de los embutidos en la salud

Los riesgos de los embutidos en la saludCreative Commons

Cáncer colorrectal

El motivo por el que se aconseja consumir menos de 150 gramos de charcutería a la semana

Los nutricionistas advierten del riesgo de desarrollar cáncer colorrectal

La noticia de que la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de los Alimentos de Francia (Anses) aconseja consumir menos de 150 gramos de charcutería a la semana ha puesto, de nuevo, en alerta a los consumidores para los que esta advertencia no es algo nuevo. Los nutricionistas llevan años alertando sobre los riesgos de incluir en la dieta, de forma habitual, chorizo, lomo, salchichón o salchichas por el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
La nutricionista Andrea Calderón asegura que cuanto menos se consuman mejor: «Son alimentos en general bastante procesados, altos en calorías, grasas saturadas procesadas no saludables, aditivos para su mantenimiento y sal. Por lo que si abusamos de ellos existe evidencia científica de que pueden causar perjuicios».
En un estudio del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de 2015 se confirmó lo que la OMS (Organización Mundial de la Salud) ya había descrito en el informe Diet, nutrition and the prevention of chronic diseases, en el que se aconsejaba a la población que moderara el consumo de conservas de carne para reducir el riesgo de cáncer. En el estudio del CIIC no se pedía a la población que dejara de comer carnes procesadas, pero sí que la reducción del consumo de estos productos disminuía el riesgo de cáncer colorrectal.
Los embutidos, aparte de su composición en sí, son una fuente altísima de sodio, pudiendo superar el nivel máximo recomendado al día en tan solo un bocadillo de tamaño mediano. Los expertos aseguran que la ingesta recomendada de sodio la obtendríamos sin problema con el sodio presente de forma natural en los alimentos sin necesidad de adicionar sal de mesa ni de consumir embutidos con sal añadida.

Productos peligrosos

Otros aditivos que deben añadirse a estos productos para su mejor conservación también son motivo de que se promueva una reducción de su consumo. Entre esos aditivos están los nitratos y nitritos utilizados en los embutidos curados como el jamón, por su acción antimicrobiana. «Los nitratos no son perjudiciales hasta que se convierten en nitritos que, a su vez, pueden derivar en nitrosaminas tras su consumo, que son realmente el peligro. Diversos estudios muestran su carácter carcinogénico», asegura Calderón.
En esta misma línea, la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de los Alimentos de Francia propone reducir los nitratos y nitritos que normalmente se incorporan a la charcutería para limitar el desarrollo de bacterias que pueden provocar otras enfermedades como la salmonelosis, la listeriosis o el botulismo.
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