El semáforo nutricional se pone serio y penaliza productos cárnicos, ricos en azúcares y sal

Concienciar y educar a la sociedad de la importancia de llevar una correcta alimentación es fundamental para evitar el sobrepeso de la población española, que en las últimas décadas se ha situado entre los países con mayor porcentaje del mundo. Una de esas medidas es el sistema de etiquetado frontal Nutri-Score, que clasifica los productos procesados en función de su calidad nutricional. Cada producto destaca el color que le corresponda en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas.

Verde oscuro: Muy buena calidad nutricional.Verde: Buena calidad nutricional.Amarillo: Calidad nutricional aceptable.Naranja: Mala calidad nutricional.Rojo: Muy mala calidad nutricional.

La puntuación se calcula a través de un algoritmo basado en dos aspectos diferentes: el contenido en nutrientes y alimentos a favorecer (fibras, proteínas, frutas y verduras, leguminosas, frutos secos de cáscara y aceites de oliva, nabina y nuez), por un lado, y el de las calorías y los nutrientes a limitar (ácidos grasos saturados, azúcares, sal), por otro.

Nutri-Score se basa en el análisis de 100 g o 100 ml de alimento, por lo que permite una comparación objetiva de los mismos. Los expertos aseguran que, según las investigaciones, este sistema es el más eficaz para ayudar a los consumidores a orientar sus decisiones de compra hacia alimentos más saludables. Desarrollado por expertos independientes, el sistema de etiquetado Nutri-Score ofrece una visión completa de la calidad nutricional de los mismos

Informar al consumidor sobre la calidad nutricional global de los alimentos, permitiendo comparar productos similares, de la misma categoría y orientar sus decisiones de compra hacia aquellos de mejor calidad nutricional.Incitar a la industria a mejorar la calidad nutricional de los alimentos que fabrican, ofreciéndoles la oportunidad de valorizar sus esfuerzos en términos de reformulación.

Un cambio para todos

Ahora, según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un comité científico ha actualizado el cálculo del algoritmo para dar una valoración más estricta a la hora de puntuar la presencia de azúcar y sal (se penaliza más), y también al valorar la presencia de fibra y proteínas (se incentiva más). El resultado es que con esta asignación de puntos es más difícil obtener la valoración A.

El comité científico tiene previsto anunciar los cambios para el cálculo del Nutri-Score de las bebidas este otoño. De esta forma, el nuevo algoritmo estaría listo para finales de este año. Por supuesto, se prevé un periodo de transición para que los fabricantes puedan adaptar su etiquetado a este cambio.