Depresión

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Cómo la ketamina puede mejorar los síntomas de la depresión y la ansiedad

«Hemos encontrado un medicamento barato que está curando a estos pacientes», afirma el investigador principal del estudio

La ketamina nació como anestésico sintetizado en 1962 y actualmente se utiliza de forma legal con fines médicos y veterinarios aunque también existe un consumo como «drogas de síntesis». Según el Plan Nacional sobre Drogas, sus efectos dependen de la composición, la dosis, el contexto en que se consuma y las características del consumidor. A dosis bajas, produce efectos similares a los de borrachera por alcohol, con pérdida de coordinación y dificultades para hablar y pensar o visión borrosa. A dosis altas puede provocar delirios, pseudoalucinaciones, pérdida de la noción del espacio y del tiempo y distorsión de la realidad. Algunas personas se ven fuera de su cuerpo o piensan que han muerto o van a morir de manera inmediata.
A pesar de todo ello, los investigadores llevan años tratando de demostrar el poder de este fármaco en enfermos psiquiátricos. Ahora, un nuevo estudio publicado en el Journal of Clinical Psychiatry asegura que las personas que recibieron ketamina por vía intravenosa en tres clínicas privadas tuvieron una «mejoría significativa» en los síntomas de depresión, ansiedad e ideación suicida. Sin embargo, el estudio no incluye los datos sobre los efectos adversos y la alta tasa de respuesta y remisión fue similar a la de otros tratamientos.

Así se hizo el estudio

El estudio se realizó con 424 personas con depresión resistente al tratamiento que recibieron entre el 9 de noviembre de 2017 al 4 de mayo de 2021 en tres clínicas de infusión de ketamina en Virginia que se especializan en personas con ideas suicida, depresión o ansiedad. Durante cada visita a la clínica, los pacientes completaron encuestas de salud física y mental. Los pacientes recibieron seis inyecciones en 21 días.
Dentro de las seis semanas posteriores al comienzo del tratamiento, dicen los investigadores, la mitad de los participantes respondieron y el 20 % tenía síntomas depresivos en remisión. Después de diez dosis, las tasas de respuesta y remisión fue del 72 % y el 38 %, respectivamente.
La mitad de los pacientes que tenían ideación suicida estaban en remisión después de seis semanas, y hubo una reducción del 30 % en los síntomas de ansiedad durante el transcurso del tratamiento, según el estudio.
Los investigadores señalaron que el estudio tenía limitaciones. No tenía un grupo de control, las respuestas fueron autoinformadas y los efectos secundarios se evaluaron sistemáticamente, dijo CNN.

Hemos encontrado un medicamento barato que está curando a estos pacientesPatrick OliverInvestigador principal del estudio

Patrick Oliver, el investigador principal del estudio, en declaraciones a The Washington Post afirma que el estudio muestra que la ketamina tiene el potencial de ayudar a las personas deprimidas y suicidas de forma generalizada: «Es una epidemia y ha estado sucediendo desde siempre», dijo Oliver, refiriéndose al suicidio. «Y hemos encontrado un medicamento barato que está curando a estos pacientes».
Un participante del estudio, Jason Anthony, de 52 años, en declaraciones al citado periódico aseguró que antes del estudio tenía problemas para levantarse de la cama debido a la depresión. «De repente, te despiertas y te das cuenta de lo que no has sentido en 15 años», asegura.

Ketamina en el autismo

La ketamina también puede ser un tratamiento eficaz para los niños con síndrome ADNP.

El primer ensayo clínico para este trastorno raro, que es una de las principales causas genéticas del autismo, también identifica el camino para un programa de desarrollo clínico de ketamina. Los resultados del estudio de la investigación sugieren que la ketamina en dosis bajas generalmente es segura, bien tolerada y eficaz para tratar los síntomas clínicos en niños diagnosticados con el síndrome ADNP (también conocido como síndrome de Helsmoortel-VanDerAa), un raro trastorno del desarrollo neurológico causado por mutaciones en el gen de la proteína neuroprotectora dependiente de la actividad (ADNP).
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